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Opinión | Ya empezamos, por Antón Losada

Arqueología bajo par

El yacimiento arqueológico del barranco de Meloneras, en San Bartolomé de Tirajana, situado entre la antigua carretera del Sur y la costa, se ha visto gravemente afectado por las obras del nuevo campo de golf en la zona, vinculado a la urbanización Meloneras Golf. Los expertos aseguran que al menos tres estructuras aborígenes han desaparecido sepultadas o arrasadas por los movimientos de tierra, a pesar de que todas ellas se encontraban debidamente delimitadas. Desde febrero de 1994 se venía alertando en la prensa local acerca de la posibilidad de que ese proyecto turístico aún por desarrollar afectara a ese espacio arqueológico. Incluso llegó a actuar la Inspección Insular de Arqueología ante el Ayuntamiento. Su alcalde de entonces, hoy concejal de Urbanismo, José Juan Santana, se mostró confiado en que el yacimiento no sufriera daños, y hasta se llegó a proponer su conservación y su incorporación al catálogo (no muy extenso) de oferta cultural en la zona.

El yacimiento arqueológico del barranco de Meloneras, en San Bartolomé de Tirajana, situado entre la antigua carretera del Sur y la costa, se ha visto gravemente afectado por las obras del nuevo campo de golf en la zona, vinculado a la urbanización Meloneras Golf. Los expertos aseguran que al menos tres estructuras aborígenes han desaparecido sepultadas o arrasadas por los movimientos de tierra, a pesar de que todas ellas se encontraban debidamente delimitadas. Desde febrero de 1994 se venía alertando en la prensa local acerca de la posibilidad de que ese proyecto turístico aún por desarrollar afectara a ese espacio arqueológico. Incluso llegó a actuar la Inspección Insular de Arqueología ante el Ayuntamiento. Su alcalde de entonces, hoy concejal de Urbanismo, José Juan Santana, se mostró confiado en que el yacimiento no sufriera daños, y hasta se llegó a proponer su conservación y su incorporación al catálogo (no muy extenso) de oferta cultural en la zona.