El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Comistrajes de Zerolo con Ramiro y Gloria
La verdad es que nos costó un poco discernir dónde estaba la noticia, o la parte magra de la noticia, si en los descomunales gastos de Miguel Zerolo en comistrajes, a razón de 150.000 euros del año 2008, o si en la inclusión en ellos de una factura muy detallada en la que, de puño y letra del alcalde de Santa Cruz, se especifica que con él comieron un día, además de otras personas, los concejales socialistas Ramiro Cuende y Gloria Rivero. Todo estalló este viernes al descubrirse en el pleno municipal que había que convalidar una serie de pagos por el procedimiento de reconocimiento extrajudicial de gastos. No tiene desperdicio que gracias a este mecanismo, ideado para poder pagar lo que nunca estuvo en los presupuestos, nos hayamos enterado de que a día de hoy se le adeuda a reputados restaurantes de la capital tinerfeña un pastizal enorme en comidas y cenas del alcalde y su más selecto equipo de colaboradores, compañeritos y amigos de poltrona. Y no tiene desperdicio que muy generosamente hayan llegado hasta nuestras manos algunas de las facturas más representativas de esa relación de deudas pendientes de abonar. Por ejemplo, esa comida del 15 de agosto de 2008 en el restaurante Los Limoneros, de la muy céntrica y cercana al Ayuntamiento calle de Viera y Clavijo.
La verdad es que nos costó un poco discernir dónde estaba la noticia, o la parte magra de la noticia, si en los descomunales gastos de Miguel Zerolo en comistrajes, a razón de 150.000 euros del año 2008, o si en la inclusión en ellos de una factura muy detallada en la que, de puño y letra del alcalde de Santa Cruz, se especifica que con él comieron un día, además de otras personas, los concejales socialistas Ramiro Cuende y Gloria Rivero. Todo estalló este viernes al descubrirse en el pleno municipal que había que convalidar una serie de pagos por el procedimiento de reconocimiento extrajudicial de gastos. No tiene desperdicio que gracias a este mecanismo, ideado para poder pagar lo que nunca estuvo en los presupuestos, nos hayamos enterado de que a día de hoy se le adeuda a reputados restaurantes de la capital tinerfeña un pastizal enorme en comidas y cenas del alcalde y su más selecto equipo de colaboradores, compañeritos y amigos de poltrona. Y no tiene desperdicio que muy generosamente hayan llegado hasta nuestras manos algunas de las facturas más representativas de esa relación de deudas pendientes de abonar. Por ejemplo, esa comida del 15 de agosto de 2008 en el restaurante Los Limoneros, de la muy céntrica y cercana al Ayuntamiento calle de Viera y Clavijo.