Fervor dominguero

Nada debe sorprendernos a estas alturas, ni las salidas fantásticas del marqués, que tiene muy arraigadas sus convicciones de siempre, ni los desesperados intentos de Soria por tapar las vergüenzas de su hombre en Fuerteventura. Los que conocen al presidente del PP canario saben que, si pudiera, lo estrangularía, no porque en el fondo no comparta sus argumentos -como quedó demostrado en su primera justificación de este jueves-, sino porque le hace quedar mal con Génova, donde cada vez goza de menos predicamento. Soria soporta al marqués porque le da votos y cobertura de campaña, que se dice, como soporta a don Francisco 25, a Paco Valido, a Marco Incomparable, a Dimas Martín y su indulto y al Lucerito del Alba. Son los mimbres con los que cuenta porque los milagros se acabaron. Por cierto, no vayan a creer que la propuesta militarista del marqués es xenófoba; lo explicó muy bien este viernes en El País: no puedo ser racista si lo que canto cada mañana en la ducha es la canción de Antonio Machín Angelitos Negros. Menos mal que no canta Soy Minero y se une al movimiento de Julio Bonis durante los plenos del Parlamento.

Nada debe sorprendernos a estas alturas, ni las salidas fantásticas del marqués, que tiene muy arraigadas sus convicciones de siempre, ni los desesperados intentos de Soria por tapar las vergüenzas de su hombre en Fuerteventura. Los que conocen al presidente del PP canario saben que, si pudiera, lo estrangularía, no porque en el fondo no comparta sus argumentos -como quedó demostrado en su primera justificación de este jueves-, sino porque le hace quedar mal con Génova, donde cada vez goza de menos predicamento. Soria soporta al marqués porque le da votos y cobertura de campaña, que se dice, como soporta a don Francisco 25, a Paco Valido, a Marco Incomparable, a Dimas Martín y su indulto y al Lucerito del Alba. Son los mimbres con los que cuenta porque los milagros se acabaron. Por cierto, no vayan a creer que la propuesta militarista del marqués es xenófoba; lo explicó muy bien este viernes en El País: no puedo ser racista si lo que canto cada mañana en la ducha es la canción de Antonio Machín Angelitos Negros. Menos mal que no canta Soy Minero y se une al movimiento de Julio Bonis durante los plenos del Parlamento.