El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Guillermito se la envaina
Han quedado sobreseidas las diligencias abiertas por una juez de Telde, María de los Ángeles Zabala, contra cuatro periodistas por un presunto y muy alambicado delito de revelación de secretos. Y decimos alambicado porque acusar a un periodista del delito de revelación de secretos equivale a acusar a un churrero de calentar aceite y freír churros. Con perdón para el gremio de churreros. Guillermo Reyes, ese dechado de virtudes de todo tipo, concejal de Urbanismo en Telde, imputado en dos causas penales diferentes pero ambas por delitos relacionados con la corrupción, mandó a su abogado, José Mateo hijo, a empurar a cuatro periodistas con el muy noble objetivo de acongojarlos. Hace pinza con José Manuel Soria, como todo el mundo sabe, y en la medida de sus posibilidades dirige sus tiros de leche en polvo contra este periódico y contra La Provincia, a ver si en una de éstas le suena la flauta. De momento, a envainársela, don Guillermo.
Han quedado sobreseidas las diligencias abiertas por una juez de Telde, María de los Ángeles Zabala, contra cuatro periodistas por un presunto y muy alambicado delito de revelación de secretos. Y decimos alambicado porque acusar a un periodista del delito de revelación de secretos equivale a acusar a un churrero de calentar aceite y freír churros. Con perdón para el gremio de churreros. Guillermo Reyes, ese dechado de virtudes de todo tipo, concejal de Urbanismo en Telde, imputado en dos causas penales diferentes pero ambas por delitos relacionados con la corrupción, mandó a su abogado, José Mateo hijo, a empurar a cuatro periodistas con el muy noble objetivo de acongojarlos. Hace pinza con José Manuel Soria, como todo el mundo sabe, y en la medida de sus posibilidades dirige sus tiros de leche en polvo contra este periódico y contra La Provincia, a ver si en una de éstas le suena la flauta. De momento, a envainársela, don Guillermo.