Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Por qué es imposible detener a Soria

Se le soltó otra vez la pinza a Manolo Soria, que cuando habla para medios afines, se pone las pantuflas, se sienta en la mecedora, y se cree que sólo le escucha el retrato de Aznar que tiene a su lado. Este jueves dijo a la Cope que a él no lo detuvieron por el caso Salmón por estar aforado. Se salió el hombre porque, además de que el caso Salmón se abrió tres años después de cometido el presunto delito de cohecho, en su calidad de diputado autonómico, Soria sólo podría ser detenido “en caso de flagrante delito por los actos delictivos cometidos en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma, correspondiendo al Tribunal Supremo de Justicia de Canarias, en todo caso, decidir sobre su inculpación, prisión, procesamiento y juicio” (artículo 10 del Estatuto de Autonomía). O sea, que o se le sorprende con un maletín llevándoselo crudo y con la otra mano apuñalando al maletinero, o es literalmente imposible detener a un aforado. Lo peor es que eso lo sabe Soria de sobra, pero le encanta una pasión de Semana Santa mucho más que a un tonto un lápiz. Y que conste que el tema lo ha sacado él, que a nosotros nunca se nos pasó por la cabeza.

Se le soltó otra vez la pinza a Manolo Soria, que cuando habla para medios afines, se pone las pantuflas, se sienta en la mecedora, y se cree que sólo le escucha el retrato de Aznar que tiene a su lado. Este jueves dijo a la Cope que a él no lo detuvieron por el caso Salmón por estar aforado. Se salió el hombre porque, además de que el caso Salmón se abrió tres años después de cometido el presunto delito de cohecho, en su calidad de diputado autonómico, Soria sólo podría ser detenido “en caso de flagrante delito por los actos delictivos cometidos en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma, correspondiendo al Tribunal Supremo de Justicia de Canarias, en todo caso, decidir sobre su inculpación, prisión, procesamiento y juicio” (artículo 10 del Estatuto de Autonomía). O sea, que o se le sorprende con un maletín llevándoselo crudo y con la otra mano apuñalando al maletinero, o es literalmente imposible detener a un aforado. Lo peor es que eso lo sabe Soria de sobra, pero le encanta una pasión de Semana Santa mucho más que a un tonto un lápiz. Y que conste que el tema lo ha sacado él, que a nosotros nunca se nos pasó por la cabeza.