El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Magistrados conservadores para los casos del PP
Bastaría con un somero repaso sobre el nombre, la tendencia y la pertenencia asociativa de los jueces que han visto casos de corrupción del PP para desmontar por completo tan falaces y malintencionadas afirmaciones vertidas por El Mundo. De entrada, el presidente del TSJC sólo puede atender al reparto de los asuntos que se dirimen en ese órgano, que precisamente entiende de las causas que afectan a los aforados, por ejemplo, José Manuel Soria. Y a Soria le cayó en suerte en el caso salmón, ese que le tiene por la calle de la amargura por los siglos de los siglos, la juez Margarita Varona, cuya afiliación asociativa desconocemos pero que, de existir, sería marcadamente conservadora. Para revisar los recursos contra las resoluciones de Varona, Castro designó a un juez nada progresista, Fernando de Lorenzo, de la Francisco de Vitoria. De Lorento no solo ratificó los archivos de su compañera Varona, sino que también rechazó con cajas destempladas una segunda denuncia contra Soria por el llamado caso Chalet. El caso Faycán, uno de los que más cerca ha llegado del núcleo del PP, cayó por reparto aleatorio en Telde a uno de los más conocidos jueces de la APM, Javier García Sotoca, en la actualidad decano de los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria. Y el caso Góndola, que ha pasado por las manos de cuatro jueces, fue instruido inicialmente por otro juez de afiliación y tendencia desconocidas, Alexis Reyes, al que ya se encargaron desde el TSJC de meterle un susto de tal calibre que salió pitando hacia un juzgado de familia, desde donde no piensa volver a la instrucción ni loco. Sólo el caso Eolo correspondió por reparto a un juez afiliado a Jueces para la Democracia, Miguel Ángel Parramón, cuya instrucción se detuvo precisamente en un mindundi del PP, el ex director general de Industria Celso Perdomo, pese a las evidencias que apuntaban a que una ventolera alemana llegó a afectar de lleno a Luis Soria, hermano del autor de la cacería conspiranoica.
Bastaría con un somero repaso sobre el nombre, la tendencia y la pertenencia asociativa de los jueces que han visto casos de corrupción del PP para desmontar por completo tan falaces y malintencionadas afirmaciones vertidas por El Mundo. De entrada, el presidente del TSJC sólo puede atender al reparto de los asuntos que se dirimen en ese órgano, que precisamente entiende de las causas que afectan a los aforados, por ejemplo, José Manuel Soria. Y a Soria le cayó en suerte en el caso salmón, ese que le tiene por la calle de la amargura por los siglos de los siglos, la juez Margarita Varona, cuya afiliación asociativa desconocemos pero que, de existir, sería marcadamente conservadora. Para revisar los recursos contra las resoluciones de Varona, Castro designó a un juez nada progresista, Fernando de Lorenzo, de la Francisco de Vitoria. De Lorento no solo ratificó los archivos de su compañera Varona, sino que también rechazó con cajas destempladas una segunda denuncia contra Soria por el llamado caso Chalet. El caso Faycán, uno de los que más cerca ha llegado del núcleo del PP, cayó por reparto aleatorio en Telde a uno de los más conocidos jueces de la APM, Javier García Sotoca, en la actualidad decano de los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria. Y el caso Góndola, que ha pasado por las manos de cuatro jueces, fue instruido inicialmente por otro juez de afiliación y tendencia desconocidas, Alexis Reyes, al que ya se encargaron desde el TSJC de meterle un susto de tal calibre que salió pitando hacia un juzgado de familia, desde donde no piensa volver a la instrucción ni loco. Sólo el caso Eolo correspondió por reparto a un juez afiliado a Jueces para la Democracia, Miguel Ángel Parramón, cuya instrucción se detuvo precisamente en un mindundi del PP, el ex director general de Industria Celso Perdomo, pese a las evidencias que apuntaban a que una ventolera alemana llegó a afectar de lleno a Luis Soria, hermano del autor de la cacería conspiranoica.