Relaciones de amistad con un magistrado

Está confirmado. Un letrado consistorial remitió hace algunas fechas una dura carta a los cinco tenientes de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria (Tere Morales, Rodolfo Espino, Nardy Barrios, Néstor Hernández y Fernando Navarro), haciendo algunas consideraciones de calado acerca del pleito de Emalsa puestas en relación con el artículo de Barrios y algunas cosas que el autor de la misiva consideraba “extremadamente imprudentes”. Al tiempo, el abogado pedía en su carta a todos los que mandan en la parte política que contengan su verbo acerca de los pleitos municipales porque los que los defienden son los mismos abogados con el PSOE que con el PP y Compromiso. Y de remate, una advertencia acerca de la presunta incompatibilidad de un magistrado que compone el Tribunal sentenciador del caso Emalsa, y que como se dice en la epístola, “no ha tenido el garbo de la mujer del César para abstenerse”. Hemos hecho las oportunas comprobaciones y creemos que entre la compatibilidad y la falta de garbo distan treinta años de ausencia de malicia.

Está confirmado. Un letrado consistorial remitió hace algunas fechas una dura carta a los cinco tenientes de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria (Tere Morales, Rodolfo Espino, Nardy Barrios, Néstor Hernández y Fernando Navarro), haciendo algunas consideraciones de calado acerca del pleito de Emalsa puestas en relación con el artículo de Barrios y algunas cosas que el autor de la misiva consideraba “extremadamente imprudentes”. Al tiempo, el abogado pedía en su carta a todos los que mandan en la parte política que contengan su verbo acerca de los pleitos municipales porque los que los defienden son los mismos abogados con el PSOE que con el PP y Compromiso. Y de remate, una advertencia acerca de la presunta incompatibilidad de un magistrado que compone el Tribunal sentenciador del caso Emalsa, y que como se dice en la epístola, “no ha tenido el garbo de la mujer del César para abstenerse”. Hemos hecho las oportunas comprobaciones y creemos que entre la compatibilidad y la falta de garbo distan treinta años de ausencia de malicia.