Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Alemania toma el pulso a una extrema derecha envalentonada
La carpeta de Junts que atasca la mayoría de Sánchez
Opinión | Ya empezamos, por Antón Losada

Romero Mur hunde a su concuño

Se coge más pronto a un mentiroso que a un cojo. El empresario Mario Romero Mur dejó este miércoles a los pies de los caballos a su concuño, Francisco Javier Artiles Camacho, el cerebro de la operación Lifeblood, el muñidor del antes, el durante y el después del concurso de la hemodiálisis. En una amplia entrevista publicada en La Provincia, Romero Mur, consejero de La Caja por el tercio del PP, trata de reducir el escándalo a un ataque político contra su persona, lo que nos podría llevar a sospechar que no se ha leído ni una sola información acerca del alcance del conchabo, luego ignora lo que sabe el público. Sostiene el empresario y pre-candidato al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por el PP, que “en septiembre (...) en una conversación con mi concuño [Javier Artiles] me comentó que estaba en negociaciones con La Caja porque estaba trabajando en el concurso de la hemodiálisis”. Casi al final de la entrevista lo vuelve a reiterar: “El señor Artiles ha cometido el error de tener un concuño como yo y de haber ganado un concurso que ha dejado muy enfadado al que no ganó”. Y remata en el último párrafo: “Porque si finalmente gana el concurso, se trata de una operación de muchos millones de euros durante varios años que se va a la competencia [de La Caja]”. Analicemos estas afirmaciones porque tienen tela.

Se coge más pronto a un mentiroso que a un cojo. El empresario Mario Romero Mur dejó este miércoles a los pies de los caballos a su concuño, Francisco Javier Artiles Camacho, el cerebro de la operación Lifeblood, el muñidor del antes, el durante y el después del concurso de la hemodiálisis. En una amplia entrevista publicada en La Provincia, Romero Mur, consejero de La Caja por el tercio del PP, trata de reducir el escándalo a un ataque político contra su persona, lo que nos podría llevar a sospechar que no se ha leído ni una sola información acerca del alcance del conchabo, luego ignora lo que sabe el público. Sostiene el empresario y pre-candidato al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por el PP, que “en septiembre (...) en una conversación con mi concuño [Javier Artiles] me comentó que estaba en negociaciones con La Caja porque estaba trabajando en el concurso de la hemodiálisis”. Casi al final de la entrevista lo vuelve a reiterar: “El señor Artiles ha cometido el error de tener un concuño como yo y de haber ganado un concurso que ha dejado muy enfadado al que no ganó”. Y remata en el último párrafo: “Porque si finalmente gana el concurso, se trata de una operación de muchos millones de euros durante varios años que se va a la competencia [de La Caja]”. Analicemos estas afirmaciones porque tienen tela.