El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El rostro de Astrid Pérez
Volvemos a agradecer a la presidenta del PP de Lanzarote y diputada regional Astrid Pérez su incontrolable elocuencia. Lejos de optar por el prudente silencio ante la respuesta parlamentaria que le ha mandado el Gobierno sobre sus sospechas de trato de favor a un grupo publicitario, su señoría optó este jueves por la huida hacia adelante rumbo a ese muro que está ahí, enfrente, con el que se ha chocado de manera brutal y absurda. La lideresa conejera quería saber cuánto se ha gastado Paulino Rivero con un determinado grupo de agencias de publicidad, y al ver que la sospecha debía trasladarla a su propio partido, y más concretamente a su propio presidente regional, el ministro Soria, Pérez decidió disimular alegando que preguntaba por los escasos gastos en marketing turístico. Una memez como la copa de un pino que se desmonta con la misma verdad de la que ella rehúye como gato escaldado. Dice la diputada conejera que el Gobierno gasta poco en promoción, cuando el Gobierno le contestó únicamente en relación a los gastos en una determinada agencia o pool de agencias, que era lo que la doña preguntaba; dice que eso demuestra que sus críticas eran acertadas, cuando la realidad demuestra que en esa partida por la que preguntó se están gastando los presupuestos según lo previsto; y habla de negligencia cuando esa acusación debía colgársele a la etapa en que su partido no es que gastara en promoción turística, es que gastaba tan alocadamente que aquello daba para sospechar si la uve del visitante que se buscaba podía ser sustituida por la uve de votante, que se buscaba más frenéticamente.
Volvemos a agradecer a la presidenta del PP de Lanzarote y diputada regional Astrid Pérez su incontrolable elocuencia. Lejos de optar por el prudente silencio ante la respuesta parlamentaria que le ha mandado el Gobierno sobre sus sospechas de trato de favor a un grupo publicitario, su señoría optó este jueves por la huida hacia adelante rumbo a ese muro que está ahí, enfrente, con el que se ha chocado de manera brutal y absurda. La lideresa conejera quería saber cuánto se ha gastado Paulino Rivero con un determinado grupo de agencias de publicidad, y al ver que la sospecha debía trasladarla a su propio partido, y más concretamente a su propio presidente regional, el ministro Soria, Pérez decidió disimular alegando que preguntaba por los escasos gastos en marketing turístico. Una memez como la copa de un pino que se desmonta con la misma verdad de la que ella rehúye como gato escaldado. Dice la diputada conejera que el Gobierno gasta poco en promoción, cuando el Gobierno le contestó únicamente en relación a los gastos en una determinada agencia o pool de agencias, que era lo que la doña preguntaba; dice que eso demuestra que sus críticas eran acertadas, cuando la realidad demuestra que en esa partida por la que preguntó se están gastando los presupuestos según lo previsto; y habla de negligencia cuando esa acusación debía colgársele a la etapa en que su partido no es que gastara en promoción turística, es que gastaba tan alocadamente que aquello daba para sospechar si la uve del visitante que se buscaba podía ser sustituida por la uve de votante, que se buscaba más frenéticamente.