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Opinión | Ya empezamos, por Antón Losada

La verdadera causa del declive de Soria

Hay que recordar, ahora que Soria se siente “cazado”, que antes fueron víctimas de su “cacería” personal gentes tan dispares como los jovenes Cardona, Larry, Gago o Montesdeoca, veteranos conmo Guigou, Nardy Barrios, Alejandro Díaz (Lanzarote) y el Marqués (Fuerteventura)... Son tantos y de tantos colores los cazados por Soria -conocidos e ignorados- que ahora que sus cañas se tornan lanzas reclama compasión, misericordia, caridad... Lo de menos es que haya querido multar, inhabilitar, encarcelar a los periodistas como Carlos Sosa que simplemente osaron contar lo que otros por temor o privilegio silenciaban. Tampoco que haya querido amordazar a los medios que como CANARIAS AHORA le eran críticos a sus desmanes. No queremos ponernos más medallas que las de la búsqueda de la verdad, con todas sus dificultades, incomprensiones y errores que hayamos podido cometer. El problema de Soria es que ha sido tan prepotente, arrogante, osado y altanero que se cegó con su poder omnímodo y creyó que todo se podía comprar, silenciar o amenazar.

Hay que recordar, ahora que Soria se siente “cazado”, que antes fueron víctimas de su “cacería” personal gentes tan dispares como los jovenes Cardona, Larry, Gago o Montesdeoca, veteranos conmo Guigou, Nardy Barrios, Alejandro Díaz (Lanzarote) y el Marqués (Fuerteventura)... Son tantos y de tantos colores los cazados por Soria -conocidos e ignorados- que ahora que sus cañas se tornan lanzas reclama compasión, misericordia, caridad... Lo de menos es que haya querido multar, inhabilitar, encarcelar a los periodistas como Carlos Sosa que simplemente osaron contar lo que otros por temor o privilegio silenciaban. Tampoco que haya querido amordazar a los medios que como CANARIAS AHORA le eran críticos a sus desmanes. No queremos ponernos más medallas que las de la búsqueda de la verdad, con todas sus dificultades, incomprensiones y errores que hayamos podido cometer. El problema de Soria es que ha sido tan prepotente, arrogante, osado y altanero que se cegó con su poder omnímodo y creyó que todo se podía comprar, silenciar o amenazar.