La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) alerta en su último estudio del Grupo de Aves Exóticas (GAE) de la expansión del bulbul cafre (Pycnonotus cafer) en la isla de Fuerteventura, una especie considerada por la UICN entre las100 peores y más dañinas del mundo.
En total, más de 400 especies de ave se han introducido en el medio natural español en las últimas décadas y hay 16 especies de aves exóticas y otras siete próximas a establecerse.
Para llegar a esta conclusión, se han analizado cerca de medio millar de avistamientos de especies que han sido referidas como introducciones en el país, tras haber sido comunicada su observación en diversos medios y publicaciones o bien enviadas directamente al Grupo de Trabajo.
De las 408 especies introducidas en España, 287 especies corresponden a especies de aves exóticas, es decir, especies que no se encuentran de forma natural en el país y cuya presencia se debe exclusivamente a la acción del ser humano, que las ha introducido ya sea de forma intencionada o de forma accidental, a partir de escapes de aves cautivas.
Se han tenido en cuenta además 71 especies consideradas nativas o de presencia natural para las que se han introducido un número significativo de ejemplares, que en algunas ocasiones pueden pertenecer a subespecies no autóctonas, pueden presentar algún grado de hibridación con otras especies o pueden haber sido modificadas por selección artificial o domesticación.
La ONG ambiental precisa que, a menudo, la introducción de ejemplares se debe a programas de conservación, donde a veces se hace necesario recurrir a individuos de otras áreas geográficas, con algún grado de diferenciación genética. En este punto, puntualiza que, entre estas especies nativas, hay 21 que lo son sólo en la Península y han sido introducidas en Canarias, y otras dos que se encuentran en la situación contraria.
Por otra parte, un total de 51 especies corresponde a especies de aves que son consideradas rarezas en el país, es decir, especies que se presentan de forma muy ocasional o incluso excepcional y que únicamente se observan cuando algunos ejemplares, cruzando los límites de su área de distribución, llegan en ocasiones hasta las fronteras. Sin embargo, se ha constatado la introducción de ejemplares de estas especies.
Como consecuencia de este estudio se ha creado la Lista de Aves Exóticas e Introducidas en España, una lista que es doble por tratarse por separado las dos principales áreas zoogeográficas del país: la zona peninsular junto con las islas Baleares, Ceuta y Melilla y, por otro lado, el archipiélago canario.
En ella, además de citarse las especies introducidas, se indica su grado de establecimiento en cada territorio, diferenciándose aquellas especies que sólo han sido observadas ocasionalmente, aquellas que han llegado a reproducirse alguna vez, aquellas que se considera que están o pueden estar próximas a establecerse y aquellas otras que están ya definitivamente establecidas.
Las aves introducidas deliberada o accidentalmente por los humanos fijan poblaciones de aves reproductoras regulares que se mantienen de forma autosuficiente, independiente y estable. Se comportan como una especie nativa más, crían con éxito y, a menudo, incrementan su población manifestando características invasoras (aumento de distribución y de su población y desplazamiento de especies nativas o afección a ecosistemas autóctonos).
En este momento se considera que en España hay 14 especies de aves exóticas establecidas y otras cinco están próximas a establecerse. A ellas hay que sumar en Canarias otras dos especies establecidas y dos próximas a establecerse, tratándose de especies que son sólo nativas en la Península.
Especies exóticas invasoras
Las especies exóticas, una vez establecidas en España, pueden revelarse como especies exóticas invasoras, aumentando rápidamente tanto su población como su área de distribución. Las especies exóticas invasoras tienen un enorme impacto sobre la biodiversidad y los ecosistemas, pudiendo afectar a las especies nativas de muy diversas formas, como, por ejemplo, disminuyendo su diversidad y abundancia, provocando en ocasiones su extinción, afectando a su composición genética, alterando su comportamiento, modificando las redes tróficas o incluso llegando a cambiar factores clave de los ecosistemas, alerta SEO/BirdLife.
Entre las especies exóticas establecidas en España muchas revelan ya un claro carácter invasor, como puede ser la cotorra argentina (Myiopsitta monachus), la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), el ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca), el leiótrix piquirrojo (Leiothrix lutea), el bulbul orfeo (Pycnonotus jocosus), la estrilda común (Estrilda astrild), el bengalí rojo (Amandava amandava), el tejedor cabecinegro (Ploceus melanocephalus) o el obispo coronigualdo (Euplectes afer).
Todas estas especies están incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013) y la legislación en vigor prohíbe su posesión, transporte, tráfico y comercio, así como su introducción deliberada en el medio natural.
Según el Grupo de Aves Exóticas de SEO/BirdLife el impacto de estas especies no ha sido debidamente estudiado hasta el momento pero debe tenerse en cuenta que en todos los casos se trata de poblaciones recientes y en continuo crecimiento y expansión, por lo que sus efectos, muchas veces impredecibles, sólo podrán ser observados y comprobados pasado un cierto tiempo.
Es esto lo que, por ejemplo, se ha podido comprobar recientemente con la población de cotorra de Kramer existente en la ciudad de Sevilla, que ataca, mata y expulsa de sus refugios en los árboles a una especie de murciélago, el nóctulo gigante (Nyctalus lasiopterus), protegido y catalogado como 'vulnerable' en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
“La alarmante situación que provoca el continuo aumento en el número de especies introducidas, establecidas e invasoras en nuestro país revela la enorme permisividad que existe para la introducción de nuevas especies exóticas. Resulta imprescindible, en primer lugar, cambiar la actual legislación, que en la práctica favorece y fomenta la introducción de estas especies, impidiendo la importación y venta de estas especies. Pero también se hace igualmente necesario un cambio en la mentalidad y la cultura de nuestro país para que se rechace, ya desde un primer momento, la importación, tenencia y liberación de cualquier tipo de especie exótica”, señala David Santos, coordinador del Grupo de Aves Exóticas de SEO/BirdLife.