El Barón Thyssen, el lazo entre Freud y Watteau

MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

El Museo Thyssen-Bornemisza presenta a partir del 20 de noviembre y hasta el 17 de febrero de 2013 la cuarta entrega de 'Miradas cruzadas', la serie de nuevas instalaciones de obras de las Colecciones organizada con motivo de su 20 aniversario. Este último montaje del año pone el broche de oro a doce meses de celebraciones, ya que la figura del propio Barón Thyssen es el eje sobre el que se articula la relación entre dos grandes artistas: Lucian Freud (1922-2011) y Jean-Antoine Watteau (1684- 1721).

En esta ocasión, la instalación incluye además dos obras invitadas: 'Retrato del barón H.H.Thyssen-Bornemisza (Hombre en una silla)' (1985) y 'Dibujo de Gran interior W11 (según Watteau)' (1983), préstamos de colecciones privadas. Ambas acompañarán en la sala mirador de la primera planta a otros dos cuadros de Freud y uno de Watteau pertenecientes al Museo: 'Retrato del barón H.H.Thyssen-Bornemisza (1981-1982)', 'Reflejo dorado con dos niños (Autorretrato) (1965)' y 'Pierrot contento' (c. 1712).

Un fragmento de este último, adquirido por el Barón Thyssen en 1977, sirvió de fondo al primer retrato que le hizo el pintor inglés entre 1981 y 1982; Freud tenía colgada en su estudio una reproducción de esta pequeño cuadro que representa a un grupo de personajes de la Commedia dell'arte en medio de un frondoso jardín; Pierrot, ataviado con su característico traje blanco, se sitúa en el centro de la composición. En su retrato, Heinrich Thyssen está colocado en el mismo lugar, incluso da la impresión de que adopta su misma postura y expresión.

MIRADA OBSESIVA

Como es habitual, Freud sitúa al modelo muy cerca de su ángulo de visión, con una proximidad física que le permite apreciar los más mínimos detalles. A través de su mirada concentrada y obsesiva, el artista consigue hacer un profundo examen de la individualidad del personaje y logra una carga psicológica sólo comparable a los retratos de Rembrandt o de Goya.

Entre 1983 y 1985, Freud realizó el segundo Retrato del barón Thyssen(Hombre en una silla), que pertenece a Thyssen-Bornemisza Collections. La figura del Barón aparece aquí de cuerpo entero, situada en un rincón del estudio del pintor, con paredes descoloridas y tarima de madera al desnudo. Como en todos sus retratos, el pintor inglés prescinde de los escenarios domésticos y recupera el taller del artista como espacio para el arte. En la imagen todo parece hablar de un personaje poderoso, un magnate influyente cuya presencia se impone e impresiona; al mismo tiempo, cierto distanciamiento y melancolía en su figura hace vislumbrar, al igual que en el primer retrato, una alusión al nostálgico Pierrot del cuadro de Watteau.

Pierrot alegre impresionó de forma tan especial a Freud que decidió pintar una obra glosando el pequeño cuadro de Watteau: 'Gran interior W11

(según Watteau) (1981-1983)'. En el centro de la composición, como Pierrot, su hijo Kai; en el papel de Colombine, su hija Bella tocando la mandolina; y, a los lados, amigos y familiares completando la escena. Una vez terminada esta obra, y todavía bajo la influencia mágica que ejercía en él el watteau, realizó varias obras sobre papel, en carbón, tiza y pastel, de las que se presenta aquí una versión de 1983 procedente de una colección privada. Lucian Freud transformó un tema teatral sobre los sentimientos humanos, propio de la Commedia dell'arte, en una interpretación de su propia vida privada, y convirtió la fantasía de Watteau en un tema de modernidad.