Primer aviso antes de empezar, esta isla no es un destino espectacular para grandes paladares, así que tienen que venir con un cambio de mentalidad. La gente no utiliza la hora de comer como un fin social, al igual que nosotros; y para la mayoría de los tasmanos consiste en quitarse la sensación de apetito.
En Tasmania no existen restaurantes australianos, sólo son locales que preparan comidas de diseño por parte de un cocinero de este país. Suelen tener precios prohibitivos, y sólo merecen la pena cuando ofertan menús de degustación en fechas señaladas durante las cuales utilizan los productos de temporada. Los restaurantes que existen en la ciudad son de otras nacionalidades, mejicanos, italianos, turcos, pero los que dominan son los de procedencia indo-asiática, hindúes, indonesios, tailandeses, chinos, coreanos y japoneses. La gente no suele compartir plato en los restaurantes y cada uno pide el suyo, que en los asiáticos tienen un precio comprendido entre 8 y 15 ?, siendo los más asequibles y muchos de ellos ofertan precios más baratos si nos llevamos la comida a casa.
Sin embargo, existe una gran oferta de pastelería, sándwiches, bocadillos y otros dulces, como helados y golosinas. Este tipo de productos tienen mucha aceptación porque se pueden tomar rápido, en cualquier sitio y son más baratos que una comida normal. Además, hay que tener en cuenta que la gente no come en su casa al mediodía, sólo cocinan para la cena.
Los supermercados están bien surtidos con una amplia oferta de productos, pero hay algunas diferencias que pueden resultarnos sorprendentes. La sección de comida para animales tiene una variedad que no la podemos encontrar en nuestros establecimientos, al igual que los productos dietéticos y la comida ecológica, con muchas variedades de comida para vegetarianos estrictos, celíacos o alérgicos a un determinado alimento. Los letreros indican con claridad su composición y aptitud para estas personas.
Los alimentos frescos producidos en Tasmania están señalizados con carteles llamativos, porque están concienciados en promocionar el consumo de productos locales como una gran parte de las frutas y verduras, quesos y lácteos. La gente intenta comprar productos frescos en la media de lo posible y prefieren alimentos que no se encuentran en recipientes plásticos. ¿Saben que la manzana verde brillante (“Granny Smith”) que compramos en los mercados y supermercados canarios proviene de Australia? Su sabor no tiene nada que ver con el de las que compramos allí, en Tasmania son más pequeñas y jugosas. Durante este mes ha comenzado la temporada de las fresas y cerezas, pero hay que esperar unas semanas a que bajen los precios. Un kilo de fresas o cerezas puede superar fácilmente los 10 ?, por esta razón, los venden en cajas de 200 ó 300 gramos.
La variedad de carnes en los supermercados es digna de mención, superior a la nuestra, vaca, ternera, cordero y pollo son las más frecuentes. Sorprendentemente, la carne de ternera es más barata que la de pollo, e incluso en ocasiones los precios son inferiores a los de Canarias. El cerdo es una carne secundaria para los australianos como el conejo. Una de la especialidades australianas es la carne de canguro, aquí en Tasmania la más común es la de Wallaby, un canguro de menos de 1 metro de altura. La caza de este animal está permitida porque tiene una cuota de captura que se establece a principios de la temporada y no existen granjas de explotación donde se engorden porque sus poblaciones son elevadas en casi toda Tasmania. Su carne roja es muy apreciada por los tasmanos y es utilizada por la gente que lleva una dieta sana debido a su bajo contenido en grasa.
La oferta de pescado es muy escasa, y hay que ir a comprarlo a pescaderías con precios elevados. La mayor parte de las capturas se exporta hacia el continente australiano y el salmón es la opción más fiable a la hora de buscar productos del mar porque proviene de granjas de acuicultura que tienen en estuarios de Tasmania.
Ya lo comentábamos al principio, hay que adaptarse al venir aquí porque no encontraremos algunos productos que utilizamos a diario en nuestra cocina. Los alimentos procedentes de Europa son muy escasos y si se encuentran tienen un precio prohibitivo. La vigilancia en las aduanas es muy estricta y, en especial, en Tasmania donde existe un segundo control en todos los vuelos procedentes del continente australiano. Ningún producto alimenticio está permitido en el equipaje, ya sea de mano o en tu maleta de viaje, ténganlo en cuenta porque si llevan comida o bebida, ésta es requisada en el aeropuerto.
Continuará...