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825 euros para reflexionar sobre el valor del dinero

Proyecto #LyricMoney

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

Nuestro día a día se rige por el dinero. Tal vez no estemos gastando dinero todo el rato, pero en la sociedad estamos marcados por este. Nos relacionamos con personas según nuestro estatus social y venimos predeterminados según los ambientes que nos movemos: quien estudia en una escuela pública por lo general se relaciona con personas diferentes que quien estudia en las privadas, quien vive en un bloque de viviendas de edificios de 20 plantas no suele estar en contacto con aquellas personas que tienen su casa en una urbanización de chalés.

Un día en 2012 el publicista grancanario Alejandro Fernández volvía de su trabajo. Estaba en Madrid, una ciudad a la que había llegado para dedicarse a lo que le gustaba pero sin embargo no estaba a gusto en la capital, se había desplazado a ella simplemente por dinero. Mientras, en sus auriculares sonaba la canción de Money del grupo de Pink Floyd y se le ocurrió que podía escribir su letra en varios billetes ya que la historia que cuenta cree que describe a la perfección la relación del ser humano con “su invento más peligroso”, el dinero y las ganas de separarse de él para no estar amarrado y ser libre, pero a la vez la necesidad de contar con él para ser libre. Sin embargo, no se atrevió a llevarlo a cabo debido a que su contrato de becario no le permitía disponer de este dinero.

Tras aparcar el proyecto, este año coincidió que en una semana escuchó varias veces de forma casual la canción y un día hablando con su pareja le contó lo que había ideado. Acababa de ser despedido y había cobrado la indemnización, por lo que su novia le animó a materializarlo. Y se puso manos a las obra: cogió un rotulador y 825 euros repartidos en 31 billetes de 20 euros, 17 de 10 y siete de cinco y comenzó a escribir la letra de la canción: Money, get away/ Get a good job with good pay and you're okay/ Money, it's a gas / Grab that cash with both hands and make a stash... (Dinero aléjate / consigue un buen trabajo con un buen sueldo y tú estarás bien / el dinero es un gas / agarra ese dinero con ambas manos y haz una fortuna...). Nació así #LyricMoney.

Fernández optó por estos billetes porque son los que más circulan entre la población y los que aceptan los comercios pequeños, donde le gusta gastarlos. Antes de despedirse del billete realiza una fotografía y la sube a Instagram y Tumblr contando en qué va a invertirlo y qué le lleva a adquirir ese bien, ya sea un desayuno tras una fractura del codo, una cerveza en el Primavera Sound o el pago mensual de Netflix. Con esto busca recordar que el dinero no es más que el medio y nunca el fin.

“Una vez escuché a alguien decir que con el dinero sólo puedes tener dos problemas: no tenerlo o tener demasiado. Sin embargo, si pudiéramos elegir, todos elegiríamos los problemas del que tiene demasiado”, recuerda en su página web.

“A menudo se nos olvida, o ni siquiera tenemos en cuenta, que todos esos billetes y monedas que entran y salen de nuestros bolsillos no son más que piezas de papel y metal. Piezas cuyo valor hipotético ha sido asignado por un Sistema que no comprendemos del todo pero del que dependemos por completo. Piezas, al fin y al cabo, que debemos tratar como lo que son: el medio y nunca el fin. Porque es precisamente ese valor ficticio el que cambia nuestra percepción de ellas, convirtiéndolas en objetos de lujo sin sentido fuera de un plano estrictamente económico. Olvidando incluso que su naturaleza es nómada, y no sirve de nada obsesionarnos con retenerlas a nuestro lado. Por mucho que la vorágine nos empuje a ello”, apunta este artista.

Con todo esto subraya que el fin último de escribir una canción en 825 euros, aparte de reflexionar sobre el valor del dinero, es volver a darle al papel con el que se hacen los billetes su uso primigenio: la escritura. “Con la intención de marcar la separación entre el objeto físico y el concepto que este representa, haciendo que nos cuestionemos de nuevo o por primera vez, qué es realmente o qué no es el dinero”, sentencia.

En estos momentos ya ha puesto en circulación la mitad de los billetes escritos y el creativo anima a todas aquellas personas que se topen con uno de ellos a hacer una foto y usar la etiqueta #LyricMoney.

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