Este próximo miércoles, día 14 de noviembre, será estrenado en el Teatro Cuyás el musical Fama, un vertiginoso espectáculo de pegadiza música y variadas coreografías, inspirado en la serie televisiva que llegó a España en los 80, que mostraba las inquietudes de un multicultural y multirracial grupo de chicos y chicas aspirantes a bailarines en una estricta escuela de danza de Nueva York.
El Teatro Cuyás, que se ha visto obligado a programar dos nuevas funciones, aparte de las 16 inicialmente previstas, por la demanda del público grancanario, cumple con la programación de este exitoso musical, con su línea de ofrecer a los ciudadanos de la isla alguno de los mejores espectáculos musicales de la temporada escénica estrenados en Madrid o Barcelona, como ya sucedió con Queen. We will rock you o Cabaret.
Al ritmo de vigorosos y pegadizos repertorios musicales de pop contemporáneo que interpreta un banda en directo sobre el escenario, entre los que se incluye el título de la canción de mayor éxito, Fame -probablemente el momento más esperado del musical-, se hilvanan en este musical las historias personales de cada uno de los protagonistas que van de la mano junto a la lucha por la gloria en los escenarios.
El mosaico de nacionalidades (afromericanos, japoneses, latinos, anglosajones?) que requiere el libreto original de David de Silva, se refleja apropiadamente en el reparto artístico de este espectáculo ?cuya media de edad es de 26 años- en el que coinciden norteamericanos, españoles, argentinos y cubanos. El espectáculo que llega al Cuyás dirigido por el realizador catalán Ramón Ribalta, explora los temas a los que se enfrenta mucha gente joven de la sociedad de hoy en día.
El color, el ritmo, la vitalidad de la danza, la energía que transmite el espectáculo, las canciones que evocan momentos cimeros de la discografía más o menos reciente, son una parte del guión de Fama. Cada coreografía está llena de matices y variedades estético-artísticas que van desde el break-dance al claqué, donde el cuerpo de cada actor proyecta la intencionalidad de cada canción. El musical también posee elementos de tensión y coraje. Los personajes poco a poco van profundizando en la ruda batalla por el éxito en la que, como en toda guerra, algunos caen en combate.
“Queréis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar. Con sudor”. Esa frase que repetía la señorita Lidya Grant en la High School for the Performing Arts de la calle 46 de Nueva York, se la han aplicado la más de una treintena de actores que bailan las coreografías espectaculares que se adaptan a los estilos de los distintos artistas seleccionados en un casting al que se presentaron hace dos años miles de jóvenes.
'Fama' ha estado dos temporadas exhibiéndose en Madrid. Veintiún técnicos trabajan para tener todo a punto en esta superproducción cuya escenografía se traslada en tres trailers y tarda en montarse tres días. 20 mil watios de sonido, 200 mil watios de luz y 90 canales de sonido, se emplean en este espectáculo cuya música interpreta en directo una banda de seis músicos, y que en realidad llegó a España en el año 2004, donde se representó por vez primera y en catalán, en el pequeño teatro de Sabadell, Teatre del Sol.
En enero de 2006 se estrenó en Madrid y hasta 2008 estará girando por distintos teatros del país. España es el décimo país que adapta el filme y la posterior serie televisiva de Alan Parker, cuya banda sonora tuvo en su día un tremendo éxito de la mano de Irene Cara y que sin duda ayudo a posicionar la película, que recibió 6 nominaciones al Oscar y tres Globo de Oro.
Primero fue un filme de éxito que Alan Parker dirigió en 1980, y después la adaptación televisiva en forma de serie de larga duración de la que Christopher Gore se responsabilizó durante cinco años para la cadena norteamericana NBC. Hoy, la que fue la sensación musical de las pantallas hasta 1987, causa furor entre los musicales que están triunfando en los escenarios de medio mundo, en donde se representa en casi todas las lenguas. Fama. El musical, demuestra ser intemporal y universal, debido al poder de atracción que despierta en cada nueva generación con una historia que habla de ilusión, superación y sacrifico.
Para Coco Comín, coreógrafa y directora artística de Fama “ir a ver un musical es una fiesta. Hay música, y la música conecta a las personas, tiene una conexión con el cerebro que hace vibrar las piernas de todo el mundo. Los textos son fáciles, los bailes animan, normalmente el vestuario es muy vistoso”. Para el director Ramón Ribalta, “este musical no es una telenovela hecha musical, sino un musical convertido al teatro”, señala Ribalta, quien define “Fama como un musical multirracial, porque defiende que es posible la tolerancia y convivencia de múltiples razas cuando todos aspiramos a lograr un sueño”.