MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El catedrático y ensayista Jon Juaristi retrata en una biografía a uno de los personajes más importantes de la literatura española: Miguel de Unamuno, “escritor modernista” y “neurótico de manual”. En las páginas de este libro, editado por Taurus, su autor traza las claves de un pensador que se instaló en el mundo literario y desde allí afrontó los problemas de su tiempo.
Con la distancia adecuada para no eclipsar su pluma con la personalidad del retratado, Jon Juaristi destaca en este volumen esos aspectos que ponen de relieve el carisma de Unamuno, un hombre que, según ha descrito este jueves en la presentación, tenía una “megalomanía titánica” y era “inaccesible”, “ensayista”, “gran lector”, “amigo de algunos amigos” y “puritano”.
Unamuno (Bilbao, 1964), era “muy tacaño” --nunca pagaba el café-- y “no resistía muy bien la discrepancia”, según indica. “Tiene un punto de histeria y para él todo desacuerdo era un ataque. Así que tuvo muchos enemigos desde el principio, algo que le gustó porque le obligaba a pensar y le alimentaba su ego”, cuenta el autor.
En este libro, que se enmarca en la colección 'Españoles eminentes', de la Fundación Juan March, Juaristi indica que el escritor siempre se movió en una “dicotomía” y manifestó un carácter romántico: “Era ”incapaz de conciliar su tendencia al entusiasmo con lo racional“, pero ”necesitaba argumentar“ la fuerza con la razón, indica el autor.
Todo esto le llevó a “chocar” con todas las tendencias políticas del momento. “Transitó de un nacionalismo vasco a una monarquía, luego se enfrentó a Alfonso XIII y Primo de Rivera y durante la II República, cuando había sido recibido como uno de sus padres, se distanció de ella”, cuenta Juaristi.
En este sentido, el catedrático añade que Unamuno fue el “primer nacionalista”, en sentido moderno. De hecho, incluso llegó a manifestar que Sabino Arana le debía a él su bagaje intelectual.
A pesar de ello, su lenguaje siempre estuvo encaminado hacia un objetivo, el de “despertar al pueblo español, ponerlo en actitud abierta y atenta hacia el paso del tiempo, el cambio y la destrucción de las costumbres arraigadas”.
EL PROBLEMA CATALÁN
En 1918, Unamuno manifestó en un ensayo que la secesión de Cataluña era “inminente”, algo que responde una de las grandes preocupaciones del literato. Según explica Juaristi, el periodo entre 1917 y 1923 se parece mucho a este momento --“esto también puede terminar como el rosario de la aurora”--.
Sin embargo, el autor de esta biografía matiza que el hecho de que España se rompiera “siempre le preocupó más a Unamuno que a sus contemporáneos”. Por ello, estas declaraciones obedecieron, sobre todo, a una situación de “atonía nacional” y de “fuerte impulso” del proyecto catalanista de Frances Cambó.
ESCRITOR MODERNISTA
Juaristi ha manifestado que Unamuno era un “neurótico de manual”, a lo que le sacó “partido literario”. “Sentía una especie de distancia con el mundo que manifestaba con la angustia y que resolvió escribiendo”. De hecho, ha apuntado que escribía cartas todo el tiempo y que podría decirse que su epistolario es tan grande como el de “toda su generación junta”.
Era un escritor modernista y, por tanto, “crítico con la modernidad”. “Al igual que todo héroe del relato épico, Unamuno se plantea una tarea importante: la reconciliación de las dos Españas del siglo XIX: la de la tradición y la del progreso”, explica. “Como todo neurótico”, se tomó en serio muchas de sus metáforas, como aquella en la que citó que “la nación es una guerra civil institucionalizada”, ha apuntado.