La obra inédita de la infatigable Louise Bourgeois

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

Louise Bourgeois fue la primera artista a quien el MoMA de Nueva York dedicó una retrospectiva individual. Entonces tenía 70 años, un reconocimiento tardío para una de las creadoras más importantes de las últimas décadas, para quien “el arte es una huída, no un destino”.

La Casa Encendida dedica ahora una exposición en la que se muestran al público sus diez últimos años de trabajo, ya que, como artista infatigable, no dejó de crear hasta su muerte, en 2010, a los 98 años de edad. La muestra podrá visitarse desde este viernes hasta el 13 de enero de 2013.

Según ha explicado este jueves la comisaria de la exposición, Daniela Tilkin, esta selección, que lleva por título 'HONNI soit QUI mal y penser', se compone de 60 obras, y solo dos de ellas se han visto antes en España. Además, un tercio de estas piezas han viajado directamente desde su estudio, ya que nunca antes han sido expuestas.

Aunque la obra de Bourgeois (París, 1911-Nueva York, 2010) siempre ha sido autobiográfica, durante el periodo de trabajo al que hace referencia esta muestra la artista se centró en su juventud y en su madurez. “Su obsesión fueron los ciclos de la vida y la experiencia de ser mayor, para ella primordial”, ha explicado.

Durante su vida escribió muchísimo y estuvo muy involucrada con el psicoanálisis, por lo que tomó muchos detalles de su vida y los reflejó en sus obras. Además, guardaba sus vestidos y todo su ajuar, que utilizó en algunas obras, muchas de las cuales se exponen en esta muestra, cuenta Tilkin.

EL RECHAZO DE UN SER QUERIDO

Su asistente durante años, Jerry Gorovoy, quien también ha estado en la presentación, ha indicado cómo cada vestido guarda un sentido para ella. “Todos tienen un recuerdo determinado para Bourgeois, pero también tienen varios significados”, apunta.

Además, en algunas piezas se aprecia el uso de carretes de hilo, lo que hace referencia directa a la profesión de su familia, la de tejedores. Una de ellas incluye un trozo de caucho atravesado por hilo, lo que significa “cierta agresividad y posiblemente un trauma”, añade.

Sus últimos años de trabajo exploran también cómo vivía su relación con los demás seres humanos, lo que su hijo o su amante podían hacerle sentir o la medida en la que le podía afectar esa relación, de manera positiva y negativa.

Precisamente, el rechazo de un ser querido se refleja en varias de sus obras, donde ofrece varias posibilidades: o bien recluirse, o bien buscar la venganza, incluso de forma agresiva, con cuchillos y sangre.

FRAGILIDAD Y MIEDO

La fragilidad es otra de las constantes en este periodo, reflejada en obras como un cuadro donde expresa directamente sus sentimientos: “Tengo miedo del silencio. Tengo miedo de la oscuridad. Tengo miedo de caer. Tengo miedo del insomnio. Tengo miedo del vacío. Soy imperfecta pero no echo en falta nada. Quizás falta algo, pero no lo sé y por eso no sufro”.

Según explica Gorovoy, los materiales son una clave para entender la evolución como artista de Bourgeois. A diferencia de sus primeros trabajos, en los que utilizó materiales duros y cortantes como el bronce, en esta etapa usa objetos más blandos y suaves.