La Copa del Rey echa a andar con un plato fuerte, un duelo entre los dos últimos campeones intercontinentales, Lenovo Tenerife y Hereda San Pablo Burgos, que promete y mucho [jueves, 17:30 hora canaria, #Vamos]. El equipo aurinegro lleva instalado en la clase media-alta del baloncesto español e internacional desde hace algunas temporadas y el Burgos también quiere un puesto en la mesa de los grandes.
Los de Txus Vidorreta han realizado una primera vuelta de Liga espectacular y sólo en las últimas semanas han bajado un poco su nivel de efectividad, tras perder cuatro de los últimos nueve partidos.En la Copa tienen una espinita que sacarse, sobre todo tras el pequeño traspiés del año pasado al caer en cuartos de final ante el Morabanc Andorra, cuando parecían claros favoritos.
Con Marcelinho Huertas y Gio Shermadini como abanderados, Bruno Fitipaldo, Aaron Dornekamp y Sasu Salin son los pilares de un Tenerife que por tercer año consecutivo llega a la Copa como cabeza de serie.
El equipo burgalés, mientras, es el novato de la competición, pero llega avalado por sus dos recientes títulos internacionales, la Liga de Campeones FIBA y la Intercontinental, y por siete victorias en los últimos ocho partidos de Liga que ha disputado.
El cambio de horario y el largo viaje de regreso desde Argentina puede ser un hándicap para los de Joan Peñarroya, que tienen a Alex Renfroe como principal baja, por lo que Omar Cook tendrá la ayuda en la dirección de Thad McFadden y Vitor Benite.
Además de un duelo de campeones, también será un duelo de anotadores, ya que Lenovo Tenerife y Hereda San Pablo Burgos son los dos mejores ataques de la Liga Endesa, 87,82 y 87,48 puntos respectivamente.
Los duelos Shermadini-Dejan Kravic, Huertas-Cook y Dornekamp-Jasiel Rivero prometen y mucho. Esta temporada, en Liga, se han enfrentado en la isla con victoria local por 85-79, el pasado 12 de diciembre. Ahora, en la Copa, todo tiene una importancia relativa porque se trata de un partido, de cuarenta minutos de enfrentamiento directo, de la gloria para el vencedor y de la vuelta a casa para el perdedor. Sin red.