La paradoja del AIEM, el arancel canario a la importación que protege a la industria local (y a multinacionales)
- Patronales como Cepayme o la FEHT se oponen al listado a los que se impondrá el impuesto a partir del 1 de enero de 2021, previa aprobación de la UE, porque se aplica a productos fabricados en las Islas por empresas que tienen su matriz en el extranjero, como la cerveza o el cartón
Sobre el papel, el Gobierno de Canarias mantiene que el Arbitrio a la Importación y Entrega de Mercancías (AIEM), un arancel exclusivo de las islas incluido en el Régimen Económico y Fiscal, sirve para proteger a la producción local, como papas, vinos o quesos; en la práctica, la globalización ha propiciado la paradoja de que empresas antaño isleñas que producían cervezas o cartones, ahora pertenezcan a multinacionales con matrices en el extranjero. ¿Protege realmente el AIEM a la industria local como pretende? He ahí el dilema.
El AIEM aplica un tipo del 5%, el 10% y el 15% a productos de importación, independientemente de su procedencia, que se seleccionan en base a distintos criterios, como la cuota del mercado, el empleo que se genera o el sobrecoste. De cara al 1 de enero de 2021, cuando debe entrar en vigor un nuevo listado propuesto por el Gobierno de Canarias y aprobado por el Ejecutivo central y la Unión Europea, el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) elaboró de 2015 a 2017 una encuesta para conocer por primera vez el volumen y el valor de la producción local de 103 de los 139 elementos incluidos en el arancel.
Así, el ISTAC concluyó que nueve de los diez productos sujetos al AIEM con mayor producción en las Islas tienen una cuota de mercado en peso superior al 50%. Es decir, morteros y hormigones (97%); cajas, bolsas y otros envases de papel y cartón (96%); panaderos o pastelería (92%); helados (88%); agua mineral (78%); alimentación animal (77%); refrescos (60%); leche, yogur, mantequilla y otros lácteos (60%) y la cerveza (51%).
La cuota de mercado, que se puede medir en peso o en valor, es el resultado de dividir la producción en Canarias por el total de producción más las importaciones de cada producto: por ejemplo, si la papa tiene una cuota de mercado del 66,4% significa que ese porcentaje es el que alcanza la producción local y el 33,6% se abastece con la importación.
Según sectores, el Istac también ha establecido para las seis industrias más importantes en Canarias, atendiendo a su valor de producción, el porcentaje de producción que está sujeta al AIEM. Es decir, qué cantidad de ese producto se grava con ese impuesto: el 69% de la producción de la industria de la alimentación está sujeta al arancel; el 98% de la fabricación de bebidas; el 46% de otros productos minerales no metálicos; el 99,8% del tabaco; el 95% de la industria del papel y el 60% de la industria metalúrgica.
De estos datos se extrae que productos como la cerveza o el cartón tienen una producción importante en el ámbito local, pero las empresas que se dedican a fabricarlos están integradas en multinacionales, no se está defendiendo en puridad a una industria canaria. Es el caso de Compañía Cervecera de Canarias, que forma parte del grupo internacional ABInBev, con sede en Bélgica; o Smurfit-Kappa, empresa que nació en Reino Unido, se dedica a fabricar embalajes de cartón en 33 países, y una de sus sedes se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria.
Este es uno de los argumentos que esgrimen patronales como la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme) o la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas contra un arancel que les obliga a competir en inferioridad de condiciones. El presidente de honor de Cecapyme, Sebastián Grisaleña, asegura que el Gobierno de Canarias ha convocado en escasas ocasiones a los representantes de estos sectores para negociar un listado que se les presentó el 24 de abril tras una negociación con múltiples organizaciones, desde las agrícolas COAG o ASAGA a la patronal industrial ASINCA. Ante su desacuerdo por el resultado final, Cecapyme envió alegaciones a la Consejería de Hacienda, en las que reclama que se graven solo aquellos productos que se produzcan íntegramente en Canarias.
También han manifestado su desacuerdo por el criterio elegido para elaborar el lista: la cuota de mercado. Los pequeños y medianos comerciantes dicen que fijar como límites para imponer el AIEM más de 5% y menos de un 90% de la producción local “es claramente restrictivo y contrario al interés general, penaliza al consumidor canario” al tiempo que “favorece posiciones monopolísticas en el mercado, contrario a las reglas de competencia leal y del interés general”. Aunque el criterio de la cuota de mercado no es el único establecido para elaborar ese listado, Cecapyme critica que se hayan incluido productos sin ofrecer estas cifras (como puertas o ventanas); con porcentajes superiores a los establecidos, (por ejemplo, el papel y cartón, cementos hidráulicos o piedras para construcción) o inferiores (pinturas y barnices o jabón).
La patronal turística FEHT aclara que no está en contra del AIEM sujeto a productos agrícolas que compiten con los alimentos locales, de hecho, recuerda que los hoteles compran al sector primario, pero sí critica que se aplique a fabricaciones industriales de importación como “las ropas de cama” (en la propuesta se incluye por primera vez un tipo del 5%) o “los alcoholes” (la cerveza mantiene el máximo del 15%, al igual que el ron; el vino sube del 5 al 10% y se incluyen por primera vez a los licores), que a su juicio encarecen estos productos. Esos mismos productos que la clientela de hoteles demanda con marcas conocidas en todo el mundo.
El secretario general de la patronal turística de Las Palmas, Fernando Mathías, considera que es “una protección excesivamente amplia” y “no crea un valor añadido en la industria”, pues, a su juicio, el AIEM tiene un afán “puramente recaudatorio”. Así, al igual que Cepcapyme, estima que “no es el momento” para “encarecer la importación” de determinados productos. “La inclusión o no en el listado debe contribuir a un objetivo de interés común, debe resolver una deficiencia de equidad en el mercado canario y evitar el falseamiento de la competencia”, defiende la patronal de la pequeña y la mediana empresa.
Por su parte, el presidente de la patronal de los industriales (Asinca), Gonzalo Medina, recuerda que el AIEM está avalado cada siete años por Bruselas porque debe pasar un examen sobre su viabilidad y ser aprobado tanto por el Gobierno central como la Unión Europea. “Es un arancel a la importación de productos de fuera que compiten con los que se cultivan o fabrican en Canarias. Ayuda a hacer más competitiva a la industria local” por “los sobrecostes que tiene operar en las Islas”.
Medina aclara que los industriales no reciben dinero directamente de este arancel, sino que es el Gobierno de Canarias quien lo recibe y luego lo distribuye en sus presupuestos autonómicos, pero considera que durante los años en los que se ha aplicado el AIEM, la industria canaria “se ha diversificado y ha innovado”.
Sobre las empresas canarias que forman parte de multinacionales, Medina explica que “hay entidades que operan con capital canario, con inversiones foráneas o mixtas”, algo que a su juicio “no cuestiona la UE”, pues se trata de que “se genere empleo o se diversifique la oferta en las Islas”. El presidente de la patronal de los industriales concluye que es “sesgado” decir que se favorece a multinacionales “porque los importadores traen marcas de multinacionales”.
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