El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha anunciado que la próxima semana comenzará la ronda de diálogo con sindicatos y empresarios, pero ha reconocido que si CC.OO. y UGT pretenden poner “patas arriba” la reforma laboral será difícil encontrar huecos para avanzar en el diálogo social.
No obstante, Gómez ha insistido en que las tres partes (Gobierno, empresarios y sindicatos) tienen la obligación y la necesidad de encontrar formas para encauzar el diálogo. “Y eso se puede lograr, con esfuerzo, pero se puede lograr”, ha dicho.
El ministro de Trabajo, en declaraciones a TVE, ha subrayado que la intención del Gobierno es recomponer el diálogo social alrededor de cuatro grandes ejes. Por un lado, las políticas activas de empleo, donde, según ha explicado, el Ejecutivo quiere tener ultimado un paquete de reformas a la altura del próximo mes de febrero.
El segundo eje es el impulso al diálogo entre empresarios y sindicatos para que reformen la negociación colectiva, reforma que, a su juicio, debería estar lista antes de marzo. Los otros dos ejes, ha precisado Gómez, son la reforma de las pensiones y el desarrollo de la reforma laboral.
Sobre este último asunto, el ministro ha afirmado que quiere abrir un diálogo abierto con los sindicatos, sin alterar el núcleo esencial de la reforma laboral, consistente en dar mayor flexibilidad a las empresas, lograr que los ajustes del mercado laboral no se traduzcan en despidos sino en el cambio de condiciones laborales (salarios, jornada) e impulsar la estabilidad del empleo frente a la temporalidad. “Si no alteramos estos objetivos esenciales, podemos tratar de discutir aspectos de ella”, ha apuntado.