MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Realia registró una pérdida neta de 54,2 millones de euros en 2009, lo que supone reducir en un 18,3% los 'números rojos' de 2008, informó este lunes la inmobiliaria controlada por FCC y Caja Madrid.
En caso de descontar las provisiones de 94,3 millones de euros realizadas por la depreciación de activos, la compañía obtendría un resultado positivo de 16,2 millones.
La cifra de negocio de Realia se redujo un 18,4% durante el pasado año, hasta 382,6 millones de euros, en tanto que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 176 millones, un 16% menos.
La inmobiliaria cerró en 2009 la preventa de 665 viviendas, más del doble (+104,3%) respecto a un año antes, gracias a una “realista política de precios”.
En este sentido, la empresa explicó que “la estrategia comercial de descuentos iniciada en 2008 y potenciada en 2009 ha acelerado de forma importante el ritmo de venta de viviendas, reduciendo así la cartera de pisos terminados, objetivo prioritario de la compañía”.
Los ingresos de esta actividad de promoción y venta de pisos (que registra la entrega de viviendas prevendidas con anterioridad) cayó un 30%, hasta los 142 millones de euros.
Realia no contabilizó venta de suelo alguna el pasado año, frente a las transacciones de 48 millones registradas el año antes, pero desinvirtió en activos de patrimonio por 52,8 millones, más del doble (+108%) que en 2008.
En cuanto la división de explotación de patrimonio en régimen de alquiler, principal actividad de la compañía, facturó 180,2 millones de euros, un 1,9% más que un año antes, gracias a la “gran calidad y excepcional ubicación” sus activos.
A cierre de 2009 Realia soportaba un endeudamiento financiero neto de 2.225 millones de euros, un 2,3% inferior a la de un año antes. Tras el acuerdo de refinanciación firmado el pasado año con sus bancos “más del 90%” de este pasivo tiene un vencimiento en el horizonte de entre 2012 y 2017.
De su lado, el valor de los activos de la compañía, según la valoración realizada por CB Richard Ellis, cerró el año en 4.550 millones de euros, lo que arroja una depreciación del 11,6%. Más de la mitad de esta cartera corresponde a los activos de patrimonio, que están valorados en 2.910 millones, (-7,1%).