Los redactores del Plan Especial de Ordenación del Transporte de Tenerife, encargado por el Cabildo, tienen claro que para evitar la actual situación de pérdida de competitividad de la empresa pública Transportes Insulares de Tenerife SA (Titsa) que se ocupa del servicio de guaguas es necesario “redimensionar” las tarifas que actualmente pagan los usuarios y la plantilla que trabaja en la empresa, externalizar servicios e incrementar las líneas.
En el documento que actualmente permanece en exposición pública se recoge que Titsa apenas ingresa el 16% de sus gastos totales con la venta de billetes. En el año 2006, por ejemplo, se alcanzó el máximo nivel con 12,4 millones de euros de recaudación, pero a partir de aquí ya en el ejercicio siguiente se registró una disminución de casi un millón de euros. Esta tendencia a la baja se seguiría manteniendo a lo largo de los sucesivos ejercicios hasta el punto de que ya en 2011 se ha producido una perdida de 13 millones de pasajeros entre otros factores por la entrada en funcionamiento del tranvía en 2008 y de la crisis económica.
Según datos aportados por la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, se ha pasado de contabilizar 52,8 millones de pasajeros en 2006 a poco más de 39 millones durante el pasado ejercicio. La mayor disminución se produjo en 2008 con la entrada en funcionamiento del tranvía, momento en el que se pasó de registrar casi 47 millones a apenas 42.
Esta caída progresiva y significativa obedece también según los redactores del Plan a la pérdida de ventas y a la disminución del importe de las bonificaciones. Tan sólo entre 2004 y 2007, Titsa perdió cerca de 1,3 millones de viajeros, pese a que en ese mismo período se produjo un incremento en la oferta de rutas. Todo ello ha dado lugar según los redactores del Plan a una pérdida de competitividad en la empresa pública que se ha ido acentuando a lo largo de los años.
Sin embargo, las líneas más rentables hasta sumar casi el 84% de los ingresos siguen siendo las urbanas. De forma paralela a la caída de ingresos se “disparan” los gastos corrientes. Por todo ello, los redactores del documento ponen en duda la sostenibilidad económica y social del sistema de transporte público de la isla tal y como está concebido en la actualidad. Así se apuesta por un incremento de los ingresos por guagua y kilómetro, lo que sólo podría pasar por un aumento de las subvenciones o del precio de los billetes y una reducción de los costes lo que los redactores del documento reflejan con la fórmula genérica: “configurar un marco consistente y estable de tarifas para los viajeros y de Aportaciones Públicas al Sistema de Transporte”.
En cuanto a la reducción de gastos se apuesta por incrementar los índices de disponibilidad de guaguas, mejorar la eficiencia de explotación de la flota y reajustar su tipología y dimensiones a las necesidad del servicio, formación y mejora en la productividad del personal, ajustando las dimensiones de la plantilla a las necesidades del servicio y avanzar hacia fórmulas de externalización de actividades. Propuestas estas últimas que sólo pueden pasar por el despido de parte de los actuales trabajadores.
Inversión
En el Plan Especial se apunta que el transporte público en la isla precisa de una inversión por parte de las diferentes administraciones que suma algo más de 1.300 millones de euros durante la próxima década. De esta cantidad el 75,7 por ciento se debe destinar a la mejora viaria y construcción de nuevas carreteras, el 14% a las infraestructuras multimodales y el resto al sostenimiento de las guaguas que precisa 93 millones de euros. En el caso del sistema del tranvía la inversión se cuantifica en unos 45 millones de euros. El Plan Especial apunta que durante los últimos años se han dirigido a este sector 435 millones de euros de los cuales casi 295 millones han ido a la construcción del tranvía que une Santa Cruz y La Laguna. Muy atrás se queda el sistema de guaguas que apenas ha recibido 41 millones durante este mismo período. Estos datos suponen que algo más de las dos terceras partes de los gastos que se han llevado a cabo durante los últimos años en este sector se han dirigido a la puesta en funcionamiento del tranvía mientras que los operadores de guaguas reciben algo menos del 10% de la financiación y que básicamente se ha dirigido a la adquisición de más vehículos.
Los redactores del estudio admiten que no resulta en estos momentos sencillo determinar en un horizonte temporal de diez años cuáles pueden ser las actuaciones que se van a acometer y por ello recurren a un plan de inversión que se consideran básico con el fin de garantizar el sistema público de transporte. Por ello, no se incluyen actuaciones que aún se consideran “muy indefinidas”. Entre ella está por ejemplo el establecimiento de una línea tranviaria a Las Teresitas desde Añaza o la extensión a Los Rodeos de la ya existente.
Tampoco en este documento se hace mención a la construcción de una línea ferroviaria con Puerto de La Cruz o con el sur de la Isla. En el capítulo de las infraestructuras intermodales contemplan la construcción de carriles bus por un importe próximo a los 153 millones de euros, tal y como se recoge en el Eje Transinsular de Infraestructuras de Canarias. Por otro lado, las inversiones en guaguas se circunscriben a la inversión de reposición en flota que garantice una adecuada antigüedad media de ésta. Hasta estos momentos el Estado ha aportado 153 millones de euros, la Comunidad autónoma 41,6, el Cabildo tinerfeño 46, los ayuntamientos afectados 5,5 y casi 190 euros han venido del préstamo que la institución insular solicitó al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar el tranvía.