El Cabildo de Tenerife y la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias) han propuesto en una reunión celebrada esta semana la desalinización de 9.200 metros cúbicos de agua al día para poder solucionar la complicada situación que están viviendo los agricultores de la Isla Baja y otros de la isla ante la falta de precipitaciones y la escasez de agua de riego para los cultivos.
Esa propuesta se llevará a cabo una vez se realicen los ensayos con tecnología de ósmosis inversa para el tratamiento de aguas provenientes de la Comunidad Hoya del Cedro (Icod de los Vinos) y tras comprobar la viabilidad de esa tecnología en la mejora de la calidad de dicha agua.
Actualmente, de las 800 pipas por hora disponibles están aprovechándose 250 pipas por hora, que, sin tratamiento previo, se mezclan con el agua producto de la planta desaladora de Buenavista del Norte para aumentar los caudales disponibles para agricultura. En la actualidad, con la tecnología de electrodiálisis no ha sido viable mejorar las condiciones del agua de Hoya del Cedro.
En el caso de que los ensayos por ósmosis inversa no resultaran satisfactorios, otra solución aportada por ambas partes consiste en la ampliación en un módulo de la planta desaladora de Buenavista del Norte, con la finalidad de aumentar la capacidad de tratamiento de las aguas provenientes de la Comunidad de Regantes La Federación.
A más largo plazo, en un periodo superior a cinco años, puede ejecutarse la conducción que uniría el Valle de La Orotava con la Isla Baja para transportar inicialmente agua de pozos con caudales de buena calidad que pueden rondar las 400 pipas por hora en épocas lluviosas. A medida que se fueran completando las obras de transporte pendientes, se pueden aprovechar las aguas depuradas del Valle de La Orotava, que también se incorporarían a esos caudales.
Asaga Canarias considera de vital importancia que se dé prioridad a la cantidad de agua disponible, que se fije un precio asequible para los agricultores y que también se atienda a la calidad de los caudales, dado que un “exceso de salinidad implica un deterioro significativo para nuestros suelos en detrimento de las producciones”. Cabe recordar, por ejemplo, que el plátano, cultivo predominante en la Isla Baja, necesita agua que no supere los 900 microsiemens de conductividad eléctrica.