Canarias en breve tendrá, otra vez, papa de consumo con origen en Reino Unido, tras hallarse varias semanas, sobre todo de agosto y este septiembre, los mercados locales con la soga al cuello (escasez de tubérculo y elevados precios de este producto, por encima de los cuatro euros por kilo -precio para el consumo final- para las variedades de papa blanca) por la mínima oferta disponible y la pésima calidad de la papa en venta, un producto fresco clave en la dieta de los isleños.
La coyuntura en las islas de poca oferta y en algunos casos de desabastecimiento y racionamiento del consumo se había ocasionado por el cierre fitosanitario de las importaciones desde Reino Unido, tras hallarse en Inglaterra dos brotes de la enfermedad del escarabajo de Colorado, a lo que se unió una nefasta cosecha de papa temprana en las islas (la de consumo en verano), con reducción a menos de la mitad de la producción normalmente recolectada (la habitual es de algo más de 40 millones de kilos).
Esos dos factores han puesto en jaque el mercado de la papa en Canarias, extremadamente dependiente de las importaciones de tubérculo con el origen tradicional de Reino Unido. Canarias cubre en torno al 50-60 % de su demanda total de papa anual solo con cultivo del país.
Según el documento oficial del MAPA que ya permite las importaciones, al que ha tenido acceso este diario digital; o sea, la Instrucción 3/2023 del citado Ministerio, validada el 20 de septiembre pasado, miércoles de esta semana, las autoridades de Sanidad Vegetal de España han dado el visto bueno a que se reanuden las importaciones de papa de consumo desde Reino Unido y a que también se pueda traer papa de semilla, asunto clave para que se pongan en marcha las cosechas de tardía (ya en curso), extratemprana (invierno-primavera) y temprana de 2024 (primavera-verano).
La instrucción reseñada del MAPA tiene como objetivo “regularizar la importación de papa hacia las Islas Canarias procedente de Reino Unido”, y este ya se ha trasladado a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno de España en las comunidades autónomas; también a los servicios de Inspección de Sanidad Vegetal, que dependen del Gobierno español.
Así las cosas, se reabre la veda a la entrada de papa con origen británico tras varias semanas con carencia de este tubérculo en las islas y se vincula la posibilidad de esa importación, como lo había planteado la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, a la aplicación de unas normas específicas, especiales, para el control sanitario máximo de esas partidas. Todas, el cien por cien de lo que se importe en adelante y hasta nuevo aviso, deben ser examinadas en los puestos fronterizos.
De esta manera, se pone fin a una coyuntura dramática en Canarias para su producto alimentario estrella y se da un enorme alivio a los cosecheros locales del tubérculo, que ya saben que, por ahora, podrán disponer de semilla para los cultivos que quedan por delante en la campaña 2023-24.
La historia de lo ocurrido este verano en las islas hasta esta decisión del MAPA, la de permitir la entrada de papa de consumo y semilla desde Reino Unido, se explica en esta otra información.