La sequía y la pandemia ponen en dificultades al sector vitivinícola canario
La sequía que afecta a Canarias unida a la pandemia de coronavirus ha puesto en dificultades al sector vitivinícola de las islas, que ya acumulaba problemas como la reducción de la superficie cultivada y la producción, ha señalado en comisión parlamentaria la consejera regional de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende.
En su comparecencia, Vanoostende ha anunciado que su departamento ha encargado un estudio, cuyos resultados se esperan para fin de año, para hacer un diagnóstico detallado de la viticultura en Canarias para, entre otras cuestiones, identificar los factores que explican en cada consejo regulador la reducción de la producción.
La falta de ventas por la situación sanitaria, derivada sobre todo del cierre del canal de comercialización de la hostelería y el turismo, ha obligado a las bodegas a acumular su producción, ha indicado.
Esa situación repercute en la liquidez y en la capacidad de pago a los viticultores, según advirtieron algunos diputados, como Juan Manuel García Casañas (PP) y Ricardo Fernández de la Puente (Ciudadanos), quienes habían solicitado la comparecencia.
Vanoostende detalló las ayudas que recibe normalmente el sector vitivinícola, y señaló que debido a la crisis sanitaria su departamento va a incrementar la promoción del consumo de vinos locales en las islas y va a pedir a la UE un aumento de las ayudas del Posei desde el máximo de 1.800 euros por hectárea hasta los 2.200.
Para promocionar el consumo de vinos canarios en las islas, durante el verano se ha desarrollado una campaña en redes sociales por 15.000 euros, a la que se sumará en otoño por 80.000 euros.
Otra de las líneas de trabajo será promover la venta de vino online y relanzar la plataforma de Gestión del Medio Rural. También señaló que se trabaja desde su toma de posesión en la agilización de trámites y la simplificación del registro vitivinícola.
No obstante, “si no se reactiva el turismo tendremos un gran problema”, reconoció, y explicó que las islas de Tenerife y Lanzarote, con una producción más orientada al turismo, son las más perjudicadas por esta situación.
La acumulación de la producción en las bodegas, no solo en Canarias, sino con carácter general, supone una mayor competencia en precios, con la llegada de vinos peninsulares a precios “muy bajos”.
El problema de la sequía
A la incidencia económica de la pandemia se suma la sequía, que ha llevado a una menor producción, además de al adelanto de la cosecha en un mes.
La incidencia de la sequía es desigual, puesto que aunque en Gran Canaria y en la DO Ycoden-Daute-Isora se ha mantenido la producción, en La Palma, Lanzarote y en Tacoronte Acentejo ha caído “de forma importante”. “Seguimos estudiando los presupuestos para sacar remanentes y compensar a las bodegas con ayudas temporales”, explicó la consejera.
Juan Manuel García Casañas, del PP, pidió un impulso de la venta online para facilitar canales de distribución y campañas específicas para fomentar el consumo local. “El sector se ha modernizado, ha subido la calidad, pero esto no es suficiente, el volumen de producción baja año tras año, el sector retrocede”, alertó.
También indicó que las viñas de secano están sufriendo mucho la sequía e incluso se están perdiendo por falta de acceso a un riego de mantenimiento, con el daño que supone para el mantenimiento de las variedades locales y del paisaje.
Además, García Casañas indicó que el sector bodeguero demanda medidas para obtener liquidez que le permita reducir las cargas financieras y cumplir con los pagos a los viticultores.
Ricardo Fernández de la Puente, de Ciudadanos, reclamó fondos adicionales de los gobiernos de España y Canarias por la incidencia de la pandemia, como hacen otros países productores como Francia e Italia.
También denunció la falta de adaptación al comercio online y la necesidad de más ayuda a la comercialización para dar salida a la producción acumulada.
0