“Yo vendo salud”, Valleseco el primer mercado ecológico de España

Productos en el mercado ecológico de Valleseco. (Alejandro Ramos).

Lisandro Cabrera / Lara Diéguez

Las Palmas de Gran Canaria —

Nos adentramos en el mundo de la agricultura, convencional y ecológica, para descubrir los métodos que se emplean en una profesión tan normalizada como poco investigada.

Valleseco es un pequeño municipio situado al norte de la isla de Gran Canaria. De relieve abrupto y vegetación exuberante, cuenta con poco menos de 4.000 habitantes. No da a la costa, no tiene un clima cálido y suave como gran parte de Gran Canaria, ni siquiera posee alguna fiesta que lo convierta en motivo de peregrinación para los habitantes de la isla durante varios días del año. A decir verdad Valleseco es un lugar discreto y desconocido para gran parte de la población grancanaria. Uno de los miles de pueblos pequeños que posee España en su geografía.

Este municipio, el más joven de Gran Canaria, tiene en la agricultura y la ganadería su sustento principal. La mayoría de su población se dedica al sector primario. La papa, la manzana y el kiwi son sus productos estrella. Y va cobrando fama la sidra de Valleseco, que se aprovecha de la gran cantidad de manzanos que se cultivan.

Como otros tantos municipios españoles, Valleseco tiene en el sector primario su mayor fuente de ingresos. Es extraño el vecino que no tenga su pequeña parcela para cultivar o para criar ganado. Con un clima mucho más continental que el resto de la isla, se dan las condiciones propicias para cultivar ciertos alimentos que en otras partes de Gran Canaria.

Pero Valleseco no es un pueblo cualquiera. Lo que le diferencia de cualquier otro pueblo rural y agrario de España es que fue el primer municipio en abrir un mercado totalmente ecológico en nuestro país.

Partido Popular y gran valedor del proyecto ecológico del pueblo. Dámaso es oriundo de Valleseco y una persona cercana, que demuestra que el mundo de la política en los pueblos es diametralmente opuesto al que vivimos diariamente en la televisión. Todos los lunes a partir de las 5 de la tarde está disponible para recibir y escuchar a cualquier habitante de Valleseco o de fuera.

Nos recibe, cómo no, en el mercado ecológico que su gobierno se ha encargado de impulsar. “El porqué sobre todo viene de una estrategia de desarrollo del municipio y buscar algún elemento que fuera diferenciador con respecto a las ofertas que había en cuanto a mercado agrícola o al sector económico en otros municipios de Gran Canaria”, nos comenta Dámaso cuando le preguntamos el motivo por el que Valleseco decidió aventurarse en el mundo de la alimentación ecológica.

Gran Canaria está dividida en 21 municipios entre los cuales todavía existe cierta importancia en el sector primario por lo que la diferenciación dentro del sector agrícola es un factor importante para el crecimiento y la expansión del propio municipio.

No es fácil intentar implantar un modelo de producción totalmente diferente al existente, el propio alcalde nos lo explica: “Ha sido complicado por dos elementos fundamentales. Primero por el abandono paulatino que ha tenido la agricultura con el paso de los años. El sector agrícola dentro de los municipios de medianías es cada vez más escaso. Antes las familias de Valleseco tenían en su mayoría una vinculación al sector primario, todos tenían algún animal, algún trozo de terreno y cultivábamos con las técnicas que se transmitían de generación en generación. Todo eso se ha ido perdiendo con el tiempo y hemos intentado vincular de nuevo a la población con la tierra y es bastante complicado pero nosotros hemos intentado dar otro paso más, hemos intentado vincularlos a la tierra y que ese cultivo cambie de todo lo que han ido aprendiendo de las generaciones anteriores. Por eso nos está costando, primero porque el sector agrícola ya es de por sí un sector complicado en Canarias y segundo porque el sector ecológico todavía no ha calado en la población, hay gente que todavía no sabe ni de lo que estamos hablando”.

A pesar de ser una persona muy cercana y natural no pierde ese don para la palabra que acompaña habitualmente a la clase política. Contrasta en él la contraposición de ideas más liberales con la defensa a capa y espada de la filosofía ecológica. “Muchas veces se intenta vender la idea de que lo ecológico es más caro cuando en infinidad de ocasiones no es así porque realmente hablamos de productos de temporada y algunas veces está incluso por debajo del precio del producto convencional” argumenta Dámaso cuando le preguntamos sobre las dificultades que tiene la agricultura ecológica para calar entre la gente.

El mercado ecológico, su proyecto más ambicioso desde que está al frente de la alcaldía en Valleseco, sorprende por la sencillez que desprende. Muy rústico en su decoración, cuenta con un puesto de artesanía, otro de fruta y verdura, un obrador para la elaboración y venta de panes, un puesto de alimentos no perecederos y otro de artículos de belleza, higiene y cosmética. Todo ello presidido por una cafetería en el centro del mercado. Cuando le preguntamos sobre las dificultades que pudo tener un proyecto tan ambicioso en un municipio tan pequeño es claro: “Hemos tenido diferentes problemas. Se sacó un concurso para que la gente se presentase (…). Nosotros pusimos todos los medios, solamente era venir, darte de alta y comenzar a trabajar. Tuvimos que provocar el interés”.

En 2009 comenzó el plan que buscaba convertir a Valleseco en el primer municipio español con un mercado completamente ecológico. 7 años han transcurrido desde entonces, con etapas que han sido más complicadas que otras, sobre todo los inicios. “El boca a boca provocó que la comercialización de los productos fuera muy buena en una primera etapa y las expectativas quizás fueran muy por encima de lo que nosotros nos habíamos planteado y de alguna manera comenzó a decaer esa actividad al igual que el entusiasmo de aquellos que empezaron. Todo eso ha supuesto que ha sido bastante difícil” nos explica Dámaso, con la tranquilidad de quien sabe que un proyecto de tal envergadura requiere de paciencia ante los numerosos contratiempos que surgen.

En un país asolado por la corrupción y el despilfarro, en el que tenemos casi el mismo número de aeropuertos que de provincias y donde los pueblos más pequeños se embarcan en construcciones totalmente fuera de su alcance es inevitable preguntar por la financiación del mercado ecológico: “Cuando se hizo el mercado nosotros utilizamos fondos del Plan de Cooperación del Cabildo. El Cabildo de Gran Canaria al igual que las diputaciones tiene unos planes de cooperación en obras otorgados a los ayuntamientos y nosotros decidimos dedicarlo a la ejecución del museo y del mercado ecológico” nos contesta Dámaso, que reconoce que “no hay subvenciones ni de la Unión Europea ni del Cabildo porque es un tema muy marginal”.

Respecto al apoyo que ha podido recibir el máximo cargo político de Valleseco de su propio partido nos contesta lo siguiente: “Yo soy alcalde de Valleseco por el PP pero a nivel nacional se me escapan cosas como la política que pueda tener con respecto a la agricultura”.

Las palabras del alcalde nos confirman que la política cobra una dimensión totalmente diferente cuando se lleva a cabo en poblaciones reducidas. Política hecha por personas para las personas, sin importar unos colores o unas siglas. Lo que importa es Valleseco y sus vecinos y no una formación política. Nada está por encima del bienestar ni de la soberanía del propio pueblo. Así llegamos a un tema candente que toca la alimentación, la capacidad de autogobierno y hasta el propio futuro de Valleseco. Un tema que el Partido Popular ha apoyado abiertamente y que arrastra muchas dudas y temores en la ciudadanía de a pie.

Hablamos del TTIP, el tratado de libre comercio entre Europa y los Estados Unidos para liberalizar más todavía el mercado entre los dos continentes. El TTIP, aparentemente, va totalmente en contra de cualquier forma de agricultura ecológica ya que permitiría el uso en Europa de ciertas metodologías de cultivo que sólo están permitidas en los EE.UU. como sumergir el pollo en cloro una vez finalizado el proceso de producción para disimular cualquier contaminación que hubiera sufrido.

“Yo comparto la liberalización, que en algunas ocasiones se intenta criminalizar con el término privatización, eso sí, yo creo que esa liberalización debe ir acompañada de reglamentos donde se ordene y se regule toda esta actividad. Lo que no me parecería justo es que en el sector primario no hubiera ningún tipo de regulación o de control con respecto a los productos alimenticios porque es de alimentación de lo que estamos hablando”, nos explica Dámaso.

Cuando le preguntamos sobre la incidencia que el TTIP podría tener en Canarias añade: “No conozco toda la información pero sé que en Canarias, como en el resto de comunidades autónomas, hay un organismo que se encarga de analizar el contenido bioquímico o el tratamiento de los productos que nos comemos día a día. Hablamos de algo serio como es la alimentación y de la contrapartida que podría ser el beneficio económico de empresarios que no tienen escrúpulos o intentan maximizar sus beneficios”.

Para acabar preguntamos al alcalde de que manera intentaría atraer a las personas que dudan de la filosofía ecológica y todo lo que la rodea: “Igual que queremos tener buena ropa, buenos zapatos, buen coche o una gran casa que son elementos externos a nosotros, que intenten hacer una traslación a la comida que es algo interno a nosotros”. Él ya ha dado un paso de gigante en esta ambiciosa empresa.

Etiquetas
stats