Fernando Cabello-Astolfi, business angel, sobre el atractivo de Canarias para invertir y el gran talento que hay en las Islas
Fernando Cabello se describe como un inversor que “ha sido cocinero antes que fraile”, ya que antes de empezar a invertir fue emprendedor, y por eso afirma que tiene una mirada muy empática a la hora de invertir en una startup.
Cree que antes de montar una empresa hay una serie de preguntas que se deben plantear: “¿Qué oportunidad estoy viendo y por qué otros no la han visto?, ¿cómo de grande es el mercado?, ¿qué inversión mínima voy a requerir? ...” Hay que investigar muy bien antes de emprender para saber si no “estas montando una hoguera de billetes”. Aún así, Fernando opina que el error es un gran compañero de viaje, al que hay que cuidar y del que hay mucho que aprender.
Si se te está ocurriendo una idea que te parece buena, seguramente ya se le haya ocurrido a alguien más o se le está ocurriendo a otra persona al mismo tiempo. Para Fernando, esto es una buena señal de éxito, “suele ser una mala señal que se te ocurra una idea que a nadie se le ha ocurrido.” Las empresas en las que invierte suelen ser del sector fintech (tecnología financiera) ya que es lo que mejor entiende.
La mayoría de los inversores coinciden en que la competencia por encontrar talento es cada vez mayor. Por su experiencia, Fernando llegó a la conclusión de que las personas que habían aprendido por sí mismas los conocimientos necesarios para su trabajo tenían un desempeño mayor que aquellos que “lo habían estudiado de forma reglada”. Además de talento, la diversidad en el equipo es un activo muy valioso para él. Opina que, cuando se tiene un equipo uniforme, se tiende a producir un pensamiento uniforme, y que cuanta más diversidad haya “más rica, más potente y más variadas serán las ideas que surjan”. Durante su trayectoria profesional ha emprendido e invertido en startups en Latinoamérica.
El potencial de las islas Canarias
Fernando ya sabe lo que es ser cliente de una empresa canaria y dice que, sin duda, volvería a serlo. Reconoce el estatus fiscal “atractivo” que hay en las islas y cree que podría explotarse de manera más sistemática, porque se conoce muy poco. También habla sobre el pull de talento que hay en Canarias, aunque cree que “no tienen muchas más opciones que salir de las islas para encontrar trabajo”. Aún así, debido a la pandemia del COVID, el mundo cada vez es más remote-friendly, por lo que puede que esa fuga de cerebros se reduzca. El inversor esta convencido de que las islas podrían explotar mucho más su potencial, “Canarias podría tener un programa de atracción de startups que permitiera posicionar sus activos de una manera mucho más efectiva que lo que viene sucediendo ahora.”
Las posibilidades de la tokenización cómo forma de inversión
Las empresas en fases iniciales son aquellas que, de momento, son poco más que una idea. Antes de que una startup empiece a buscar inversión, cuando aún se encuentra en esta fase, Fernando aconseja tener evidencias de product fit, de encaje de producto.
El mundo token cada vez está más asentado en nuestro país y ahora también se utilizan como vía de financiación. El inversor reconoce que este mundo “abre posibilidades nuevas que le resultan muy sugerentes”. Aún así, no lo ve muy distinto a las participaciones o acciones tradicionales de una empresa. Algo con lo que no esta de acuerdo es con “ponerle el apellido crypto o token a todo y que simplemente por eso se presuponga la creación de valor”.
Fernando tiene tres consejos para quienes quieran empezar a invertir en fases iniciales. El primero, es aprender y escuchar antes de invertir, “escucha 20 o 30 pitches de startups y fuérzate a no invertir en ninguna para ir sacando conclusiones de que cuentan, que te inspira más confianza, que elementos te dan más seguridad…”. El segundo consejo es invertir solo en aquello que la persona entienda muy bien y el tercero, es tener evidencias de product fit y de go to market fit, “mucha gente habla de product-market-fit y ahí para mí se están mezclando dos cosas distintas”.
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