BANGKOK (Reuters/EP)
Protestas y bloqueos de calles en varias provincias de Tailandia agudizaron este lunes la crisis política que atraviesa el país, mientras un ataque con granada contra un líder profundizó los temores de un conflicto civil mayor.
Los manifestantes fortificaron un campamento en el principal distrito comercial de Bangkok y exhortaron a sus simpatizantes en las provincias del norte a bloquear las caravanas policiales y de soldados enviados como refuerzos a la capital, lo que se suma a una creciente sensación de caos.
Las esperanzas de poner fin a la crisis que ha paralizado a Bangkok por siete semanas y en la que han muerto 26 personas se desvanecieron el fin de semana cuando el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, rechazó una propuesta de los manifestantes para realizar elecciones en tres meses.
El domingo por la noche se registró un ataque con granada contra un puesto policial cercano al hogar de Banharn Silapa-Archa, jefe asesor del partido Chart Thai Pattana. Al menos 11 personas resultaron heridas en el incidente, informó un centro médico.
Banharn es un ex primer ministro que ha cambiado regularmente de alianza a lo largo de su carrera. Los manifestantes llamaron a su partido y otros miembros de la coalición gobernante a abandonar al Partido Demócrata de Abhisit para forzar la realización de nuevas elecciones.
Los “camisas rojas”, en su mayoría campesinos y personas pobres, respondieron al llamamiento de sus líderes a resistirse con una media decena de bloqueos en sus bastiones del norte y el noroeste, otro dolor de cabeza para Abhisit, quien enfrenta presión de varios tailandeses de clase media que exigen medidas más extremas contra los manifestantes.