El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó este jueves a los gobiernos de Chad y Sudán a ejercer un “fuerte autocontrol” ante una nueva ofensiva rebelde hacia Yamena, la capital chadiana. Ban Ki-moon hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en Adis Abeba, donde ha asistido a la cumbre de la Unión Africana.
Según el gobierno chadiano, un convoy de entre 200 y 300 vehículos rebeldes respaldados por Sudán cruzó la frontera desde el vecino país a principios de esta semana y ha llegado hasta unos 250 kilómetros al este de Yamena, donde, afirmó, tropas gubernamentales se encuentran desplegadas para detener el avance.
Pese a que Chad firmó en octubre pasado, con la mediación del líder libio, Muamar el Gadafi, un acuerdo de paz con cuatro grupos rebeldes chadianos que operaban desde Sudán, ambas facciones violaron repetidamente la tregua y reanudaron las hostilidades en noviembre y diciembre.
Chad y Sudán se acusan mutuamente de respaldar a los insurgentes de cada país, que mantienen bases de retaguardia en sus respectivos territorios.
“Los gobiernos de ambos países han de mostrar un fuerte control y no hacer ni incursiones militares ni cruzar fronteras”, dijo Ki-moon, al resaltar la gravedad del asunto.
“Este tipo de cosas son muy peligrosas y pueden llevar a que se desate otro conflicto en la región”, añadió el líder de la diplomacia internacional, quien anunció también que mañana, viernes, viajará a Nairobi para apoyar a su predecesor, Kofi Annan, en la mediación del conflicto político y étnico que ha estallado en Kenia.
Los grupos rebeldes chadianos que el año pasado firmaron la paz con el régimen del presidente Idris Deby son la Unión de Fuerzas para la Democracia y el Desarrollo (UFDD), el Reagrupamiento de Fuerzas para el Cambio (RFC), la Concordia Nacional del Chad (CNT) y la llamada UFDD-Fundamental.
No ha sido confirmada la filiación de la columna que avanza hacia Yamena, pero una escalada del conflicto podría convertir en papel mojado el armisticio firmado en octubre en la ciudad libia de Sirte y que comprendía una amnistía general para los rebeldes, la liberación de todos los prisioneros y su participación en la gestión de los asuntos del país dentro del gobierno.
Los portavoces del ejército chadiano aseveran que las fuerzas gubernamentales impiden el paso de los rebeldes, que otros destacamentos controlan los accesos desde el norte de Yamena y que la ciudad no corre peligro.
La población de Yamena, no obstante, aun recuerda la feroz ofensiva rebelde de abril de 2006, que dejó un saldo de cientos de civiles muertos, y se prepara para una situación similar, según informaciones procedentes desde la capital chadiana, donde las escuelas han cerrado y las actividades comerciales están poco menos que paralizadas.
Las embajadas occidentales en Yamena, por su parte, han aconsejado a sus nacionales residentes en esa capital a evitar viajes hacia el este del país y limitar al mínimo sus movimientos dentro de la ciudad.