KABUL, 19 (Reuters/EP)
El Jefe de la Comisión Electoral de Afganistán, Daud Ali Najafi, advirtió este sábado de que una hipotética segunda vuelta en las elecciones presidenciales debería tener lugar antes de la tercera semana de octubre, o de lo contrario debería verse pospuesta hasta el final del próximo invierno.
“Según la situación actual del clima en Afganistán, si no podemos convocar la segunda vuelta para la tercera semana de octubre, será imposible que la celebremos este año”, indicó. De esta forma, instó a la Comisión Electoral de Quejas que resuelva cuanto antes las denuncias presentadas contra el presunto fraude electoral cometido a favor del presidente Hamid Karzai.
El representante de Naciones Unidas en esta comisión que ha solicitado tiempo para estudiar las quejas recibidas, pero reconoció que su equipo necesitará hasta la semana que viene para aventurar la fecha en la que publicará sus conclusiones definitivas.
Ante las cada vez más efusivas quejas de aquellos que desean que la Comisión Electoral de Quejas presente lo antes posible su informe final para formalizar el resultado de las presidenciales, el observador electoral de la ONU, Grant Krippen, pidió a los interesados cierto margen de actuación para examinar las acusaciones que pesan mayoritariamente sobre el presidente afgano, Hamid Karzai.
“A lo largo de la semana que viene tendremos una idea más clara del tiempo que tardaremos, al menos por la parte que corresponde a la investigación”, declaró Krippen a la cadena panarábica Al Yazira. “Estamos investigando las quejas, y participaremos en esta auditoría y en su recuento cuando la Comisión Electoral Independiente Afgana lo decida. Dejaremos que los hechos hablen por sí mismos y no tendremos prejuicios de ningún tipo”, indicó.
De momento, los resultados preliminares conceden a Karzai un 54,6 por ciento de los votos en los comicios presidenciales, los suficientes para evitar una segunda vuelta contra su principal rival, el ex ministro de Exteriores Abdulá Abdulá, que habría conseguido un 27,7 por ciento. Sin embargo, observadores de la Unión Europea sospechan que 1,5 millones de votos podrían ser fraudulentos. De ser anulados, cabe la posibilidad de un vuelco electoral.