Por segundo día consecutivo, el presidente chadiano, Idriss Deby, resistió este domingo una fuerte ofensiva rebelde que lo mantiene arrinconado en el palacio presidencial, aunque en las últimas horas la lucha se ha alejado del edificio.
Según la cadena árabe Al Yazira, que mantiene una corresponsal en Yamena, los combates en torno al palacio presidencial, que eran muy intensos a primera hora del domingo, se han alejado de ese lugar, por lo que da la impresión de que los rebeldes están siendo rechazados.
Todo parece indicar que Deby, que no ha aparecido públicamente en los últimos días, está dentro del palacio, sostenido por sus tropas leales, apoyadas por helicópteros y vehículos blindados.
De acuerdo con las informaciones de Al Yazira, el área que rodea al palacio presidencial está siendo patrullada por tropas del Ejército, apoyadas por helicópteros.
También ha sobrevolado la zona, por primera vez, un helicóptero del contingente francés destacado en el Chad.
Francia mantiene en el Chad cerca de 1.200 efectivos, encargados de proteger a sus ciudadanos residentes en esa ex colonia francesa y a sus intereses.
Los insurgentes, a quienes el presidente Deby acusa de recibir apoyo del Gobierno de Sudán, lanzaron el lunes una ofensiva desde el este del país, y este sábado llegaron a la capital.
El ataque se produjo semanas después de que tres grupos rebeldes formaran un Comando Militar Único, el 12 de diciembre pasado, y consideraran roto un acuerdo de paz firmado anteriormente con Deby.
Entre las bajas del Ejército se encuentra el jefe del Estado Mayor, general Daud Sumain, quien falleció en los combates con los rebeldes, según informó hoy el ministro francés de Defensa, Hervé Morin.
Morin también anunció desde París que el Gobierno francés había ofrecido hoy a Deby ayudarle a salir del país teniendo en cuenta la “situación peligrosa” que atraviesa.
Pero el Gobierno de París señaló que Deby había declinado la oferta, aunque Francia la considera abierta.
Francia ha condenado el intento de romper el orden constitucional en Chad y, según declaró Morin, hay constancia de que los rebeldes recibieron sus armas “al otro lado de la frontera” chadiana, en alusión a Sudán.
Desde Sudán, país al que acusa Deby de apoyar a los rebeldes chadianos, la agencia oficial SUNA se hizo eco el sábado de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores en el que anuncia que el gobierno está siguiendo los hechos “con gran preocupación”.
La agencia oficial dice que el Gobierno de Jartum considera que la lucha que protagonizan “tropas de la oposición” es un “asunto interno”, pero también ha pedido a las partes que fomenten vías de diálogo y se garantice la seguridad de los civiles.
El último asalto al poder es el más fuerte que protagonizan fuerzas rebeldes desde el ataque de abril de 2006, cuando unidades irregulares llegaron a combatir a las afueras de la capital.
Chad, uno de los países más inestables del continente africano, ha sido escenario de numerosas algaradas y rebeliones armadas protagonizadas por diversas facciones para hacerse con el poder.
Deby llegó al poder a raíz de un golpe militar que lideró en 1993 para derrocar a su predecesor, Hisene Habré, que a su vez había alcanzado la presidencia en un golpe de Estado en 1982.
Después del primer presidente de Chad, Ngarta Tombalbaye, todos sus sucesores han llegado al poder debido a golpes de Estado o a rebeliones encabezadas por diversas facciones o movimientos.
La rebelión actual se agudizó desde que, en 2003, Chad comenzó a explotar sus yacimientos de petróleo, lo que desató fuertes rivalidades dentro de los círculos del poder.
Algunos de los líderes rebeldes son parientes de Deby o generales que estaban al servicio del presidente y que se vieron desplazados por las luchas intestinas movidas por intereses políticos o económicos, o por rivalidades entre los distintos clanes.
Los combates de este domingo echan por tierra el anuncio de una tregua que supuestamente habían alcanzado el Gobierno y los rebeldes, según anunció anoche la agencia libia Jana.
Esa tregua fue conseguida a iniciativa del líder libio, Muamar el Gadafi, pero no confirmada en el campo de batalla.
Desde Trípoli, Jana informó este domingo de que Gadafi, que ha tenido un papel clave en la historia de Chad por su apoyo a movimientos rebeldes o Gobiernos instalados, ha intensificado sus contactos para intentar buscar una salida a la crisis.
Gadafi y el presidente del Congo, Denis Sasou Ngueso, fueron designados ayer, sábado, por la Unión Africana, para buscar una solución a la crisis.
En las últimas horas, según Jana, el líder libio ha hablado por teléfono con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y con el propio Idriss Deby, entre otros.
La Unión Africana ha anunciado que expulsará a Chad del organismo si triunfa el movimiento rebelde.
No obstante muchos de los actuales líderes africanos han llegado al poder gracias a golpes de Estado o por elecciones cuyo resultado ha arrojado dudas.
Francia anunció que ha organizado seis vuelos para sacar a los extranjeros que vivían en el Chad.
Este domingo salieron de Yamena 514 personas, que han viajado a Libreville (Gabón), de los que 217 son franceses y 297 de otras nacionalidades, sin detallarlas.
La incertidumbre que reina en el Chad tiene un reflejo en la escasa información disponible. Las emisoras locales tienen interrumpidas sus emisiones desde hace días, según Al Yazira, y las comunicaciones por teléfono móvil están cortadas.
La Presidencia y el Gobierno de Chad, que suelen utilizar sus sitios de Internet como una de sus principales herramientas para dar a conocer los comunicados públicos, no renuevan su información desde el pasado viernes.
Por su parte, en el sitio de internet chadiano Al Widha, que suele incluir información de las organizaciones rebeldes, los últimas noticias propias que tiene, fechadas ayer, sábado, hablan del control de la capital por parte de las tropas rebeldes.