MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Un informe elaborado por la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés) revela que casi la mitad de los detenidos por el Directorio Nacional de Seguridad (DNS, el servicio de Inteligencia afgano) ha sufrido torturas durante los interrogatorios y un 35 por ciento de los arrestados por la Policía Nacional afgana ha sufrido esta práctica o trato degradante.
El documento publicado este lunes está basado en entrevistas intensivas realizadas entre octubre de 2010 y agosto de 2011 a 379 detenidos en 47 centros de 22 provincias afganas. La principal conclusión es que el 46 por ciento de los 273 arrestados por el DNS entrevistados por la UNAMA sufrieron torturas, porcentaje que se reduce al 35 por ciento de los 117 detenidos por la Policía Nacional afgana consultados por la misión de Naciones Unidas.
Los detenidos consultados han relatado torturas como que durante largos periodos fueron colgados por los puños para después ser golpeados con mangueras de goma, cables eléctricos y palos, especialmente en las suelas de los pies. Entre las torturas también figuran las descargas eléctricas, agresiones en los genitales y las uñas arrancadas. Los detenidos también han indicado que pasaron gran parte de su cautiverio encapuchados y con los ojos vendados. En su informe, la UNAMA ha documentado la muerte de uno de los arrestados en abril de 2011 cuando estaba bajo custodia de las fuerzas de seguridad afganas.
NO ES UNA POLÍTICA GUBERNAMENTAL
A pesar de sus conclusiones, la UNAMA ha destacado la “plena colaboración” que han prestado el Ministerio del Interior y las fuerzas de seguridad afganas y ha concluido que la tortura y el maltrato a detenidos no es un política “gubernamental o institucional”.
“Las conclusiones de UNAMA indican que el maltrato no es un política institucional o del Gobierno”, ha afirmado en un comunicado Staffan de Mistura, el representante especial para Afganistán del secretario general de Naciones Unidas.
“El hecho de que el DNS y el Ministerio del Interior hayan cooperado con el programa de observación de detención de la UNAMA sugiere que la reforma del sistema es posible y deseable porque el Gobierno ya ha anunciado medidas para poner fin a estas prácticas abusivas”, ha dicho el máximo responsable de Naciones Unidas en el país centroasiático, que ha destacado la “atención” que la administración afgana presenta a este tema y las medidas “correctivas y preventivas” que ha inmpulsado para poner fin a las torturas.
La UNAMA ha indicado que, tras la presentación de las conclusiones de su informe, las autoridades afganas han decidido lanzar su propias investigaciones y han puesto en marcha medidas para evitar la tortura, de las que han dado cuenta en un anexo del informe.
El documento de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas incluye una serie de recomendaciones al Directorio Nacional de Seguridad, al Ministerio del Interior, al Gobierno, a las instituciones judiciales y a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), a la que recomienda que no traslade a detenidos a los centros en lo que hay denuncias de torturas.
Además, ha asegurado que tanto el DNS como el Ministerio de Interior han manifestado “claramente” su intención de adoptar medidas contra los responsables de torturas, a los que suspenderá o recolocará, además de abrir las correspondientes investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
La UNAMA ha indicado que, desde el pasado mes de septiembre, las fuerzas de la ISAF han dejado de trasladar arrestados a 16 centros de detención afganos en los que la misión de la ONU ha detectado la práctica de torturas, principalmente en la fase de interrogatorios por parte de personal del DNS y de la Policía Nacional afgana.
En este sentido, ha explicado que la administración que lidera el presidente Hamid Karzai ha puesto en marcha un plan de medidas contra la tortura, integrado por seis fases, para poner fin a esta práctica antes de reanudar los traslados de detenidos a centros afganos.
“La tortura es uno de las más graves violaciones de Derechos Humanos según la legislación internacional, es un delito de acuerdo con la ley afgana y está estrictamente prohibida”, ha advertido la directora de Derechos Humanos de la UNAMA, Georgette Gagnon.
“La responsabilidad por las torturas exige procesamientos y la adopción de todas las medidas necesarias por parte de las autoridades afganas para prevenir y poner a fin a estos actos en el futuro”, ha añadido.
Por último, la UNAMA ha confiado en que su informe actúe como un elemento “catalizador” de las necesarias reformas en el sistema judicial, fiscal y en las fuerzas de seguridad y se ha comprometido a continuar supervisando el tratamiento de los detenidos, “trabajando en estrecha colaboración con las autoridades afganas para lograr un cambio positivo”.