LONDRES, 19 (Reuters/EP)
El líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Murat Karayilan, ha advertido al Gobierno de Turquía de que podría ordenar la suspensión del alto el fuego que expira el 30 de octubre si Ankara refuerza su actividad militar contra los rebeldes kurdos.
Karayilan subraya además que el tiempo corre para las autoridades turcas, que deben impulsar una solución pacífica entre las sospechas de que están recabando apoyos de Siria e Irán para derrotar al PKK.
“Durante todos nuestros alto el fuego, el estado turco ha utilizado estos periodos para intentar rodearnos y destruirnos”, respondió al diario británico 'The Independent' desde su escondite en las montañas Qandil (norte de Irak).
La entrevista tuvo lugar este fin de semana, y entonces el dirigente rebelde advirtió de que su grupo esperará “otros 15 días”. “Si sucede algo positivo, extenderemos el alto el fuego unilateral”, añadió. En cambio, si no hay novedades en este sentido los rebeldes harán lo necesario para defenderse.
Respecto a los levantamientos de la población kurda en distintas localidades, Karayilan aseguró que formarán parte de la estrategia de defensa. “El problema no está entre el Estado turco y el PKK. Está entre el Estado turco y el pueblo kurdo”, apostilló.
El cese de las hostilidades unilateral comenzó hace 14 meses, pero fue interrumpido en junio con el ataque a un autobús militar en Estambul. Posteriormente el PKK volvió a imponer el alto el fuego cuando el Gobierno prometió al líder rebelde encarcelado Abdulá Ocalan que buscaría soluciones pacíficas al conflicto, que se prolonga durante más de 25 años.
El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, se ha echado atrás en algunas reformas planteadas, como la amnistía 'de facto' para los combatientes que se entreguen. Además ha prometido “aniquilar” al PKK, cuyos miembros “se ahogarán en su propia sangre”.