En abril de 2008 se cumplieron 100 años de la finalización de las obras del pescante de Agulo, una obra que significó un revulsivo económico para el municipio, que fue inaugurado tres años después para responder a las necesidades de un pueblo que contaba ya con la primera línea telefónica de la Isla.
El fin principal de esta emblemática obra era la de poder embarcar para su exportación los cultivos agrícolas que generaba la zona. En el año 1906, el patriarca del lugar, Leoncio Bento, incentivó el inicio de la construcción encargando a Enrique Bayol la responsabilidad de la misma. Desde la playa de La Caleta en el vecino municipio de Hermigua se trasladaban centenares de áridos por mar al objeto de iniciar la construcción de los prismas.
Según diferentes crónicas y publicaciones, el éxito del mecanismo, que en un año logró exportar más de 30.000 bultos, obligó a la electrificación del mismo. Ello facilitó con posterioridad hasta el embarque y desembarque de personas que utilizaban el artilugio para partir hacia la isla de Tenerife en los antiguos correíllos que tocaban diferentes puntos costeros de La Gomera con recorridos que se iniciaban en la capital insular, Agulo, continuaban hasta Vallehermoso.
La actividad en el pescante comenzó a decaer tras la construcción del puerto de San Sebastián y la carretera TF-711. Hoy queda como testigo de la arqueología industrial de La Gomera.