Parece que fue ayer, pero el aeropuerto de La Gomera cumple 15 años desde que su terminal fue inaugurada el 21 de junio de 1999. Su historia no fue fácil, pero tampoco lo está siendo su presente y su futuro, aún incierto una vez sea efectiva la privatización parcial de AENA.
Los orígenes del actual aeropuerto se remontan a 1987. En julio de aquel año se firmó un convenio entre el Gobierno de Canarias y el Estado para acometer el proyecto que hiciera realidad esta infraestructura, demanda social y política de la isla que se acrecentaba por la imposibilidad existente en aquella década para evacuar a los heridos.
Los estudios, análisis geotopográficos así como la contratación de los informes de control y supervisión concluyeron en 1990. Se eligió entonces el actual emplazamiento, una planicie situada sobre los acantilados de Alajeró, justo sobre los llanos de Las Trincheras y a dos kilómetros del antiguo aeródromo del Revolcadero.
La pista de despegue y aterrizaje ya estaba concluida en 1994. Junto a ella se construyeron entonces también el estacionamiento de aeronaves y una calle de enlace y, un año más tarde, AENA se hizo cargo de las obras para iniciar su finalización, que pasaba por la edificación primero de la terminal, última fase del aeropuerto.
Finalmente, 12 años después del primer proyecto, el aeropuerto de La Gomera abrió sus puertas en junio de 1999. Siguiendo los parámetros de la arquitectura tradicional canaria, se planteó un espacio diáfano y luminoso, utilizando en su fachada piedra roja de las canteras gomeras, simulando la portada de la iglesia matriz de la Asunción de San Sebastián.
La historia actual ya la conocemos: escasas conexiones, problemas de viento que cancelan vuelos, sistema AFIS y un futuro incierto si finalmente la gestión privada recae en el mismo tal y como han advertido diversos cargos públicos.