La Gomera camina ya con todas las consecuencias sobre el terreno que nos marcó la declaración como Reserva Mundial de la Biosfera. En el pleno que celebramos el pasado viernes se dio vía libre a la creación de un comité de sabios y otro de representantes de los principales sectores económicos y sociales de la Isla. Ambos nos aconsejarán como gestionar este importante título. En el primer comité tendremos el privilegio de recurrir a la opinión de historiadores, biólogos, ingenieros, economistas o sociólogos que nos dirán hacia donde deben ir nuestros pasos y si lo estamos haciendo de la forma correcta. El segundo no es menos importante. Estará formado por pescadores, agricultores, regantes, artesanos, asociaciones de ocio y deportes, de turismo rural, empresarios o voluntariado. De esta manera se logra el equilibrio real entre el conocimiento académico y la experiencia directa.
En 2012 nos convertirmos en la sexta Reserva Mundial de la Biosfera de Canarias y en la número 42 de toda España. Pero no fue por casualidad sino después de un largo e intenso trabajo desarrollado durante años por el Cabildo y asociaciones como Aider. A partir de aquí desde La Gomera hemos adquirido el compromiso de conservar nuestros recursos naturales e integrar la actividad humana y la económica con la conservación del medio, la cultura y tradiciones. Y por último hemos asumido la necesidad de llevar a cabo proyectos de investigación, formación, seguimiento, educación ambiental y de intercambio de información. Ahora ha llegado el momento de comenzara hacer realidad unos compromisos que hasta estos momentos tal vez podían parecer un tanto genéricos.
A finales de 2013 constituimos el Consejo Rector, primer paso concreto dentro de este camino. Ahora en el pleno del pasado viernes hemos hecho lo propio con el científico y el de participación. Las previsiones son que este año contemos por un lado con 80.000 euros de fondos propios y con una cantidad similar que aportarían otras administraciones. Así se lo hemos solicitado también en el último pleno. A veces me preguntan: “¿Qué es ser reserva de la biosfera?”. La explicación que doy es que tenemos en nuestras manos una herramienta, y además muy poderosa, que nos permite conservar el territorio particular de La Gomera. Un paisaje caracterizado por ejemplo por los bancales, los numerosos y profundos barrancos o espectaculares riscos. Pero sin que por ello los gomeros estemos condenados dejar de cultivar, construir y desarrollar la economía y obtener beneficios de los distintos sectores productivos.
Muy al contrario en nuestras manos tenemos medios para que las futuras generaciones vean garantizado un sustento a largo plazo y de calidad. Para que así ocurra la Reserva cuenta con mecanismos supervisores. Pese a lo cual debemos trabajar para estar tranquilos. Hay que evitar en todo momento las industrias contaminantes y cualquier afección al medio ambiente garantizando la conservación de nuestros espacios y hacer una Isla realmente sostenible. No menor es la necesidad de evitar desatinos como el anunciado, por ejemplo, por el exdirector general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza. Esta autoridad en cuestiones medioambientales advertía hace escasos días que Canarias podría perder la totalidad de las seis reservas en caso de que las prospecciones petrolíferas se llevaran a cabo frente a nuestras costas. Si así ocurriera estaríamos ante otra nueva razón de peso para preguntarle a los ciudadanos si con la balanza en la mano consideran que merece la pena cambiar biosfera por petróleo.