La historia –por extensión la literatura—ha estado marcada, en cierto sentido, por la androginia, donde lo masculino ha jugado el papel dominante a la hora de dar voz a poetas, artistas o literatos. Sin embargo, en los últimos años La Gomera ha recuperado a dos voces fundamentales de su escritura en femenino: Cesarina Bento Montesino y Bohemia Pulido Salazar. A la primera, el Ayuntamiento de Agulo dedica un concurso de poesía que cumple ya su segunda edición. En cuanto a Pulido, la heroína romántica de aquel pueblo aguerrido y luchador que fue el Vallehermoso de los años 20, la comisión de las Fiestas Lustrales la reconocerá no sólo mediante un certamen con su nombre, sino a través de un emotivo acto donde se trazará su biografía y se leerán algunos de sus poemas más logrados. No era fácil ser mujer en La Gomera a comienzos del siglo pasado. No era fácil componer versos. Y mucho menos lo era que estos fueran publicados. Pero Bohemia lo logró con la satisfacción de componer de manera sencilla, romántica y embebida en los modos que otras pioneras como Gertrudis Gómez de Avellaneda hicieran décadas antes. Esta mujer fue un mito del verso gomero silenciado por la sobresaliente figura de su paisano Pedro García Cabrera. Dos mundos, dos maneras de entender la poesía, pero dos almas nacidas que cantaron a la belleza del que fuera el municipio cultural más singular y extraordinario de La Gomera en los albores del siglo XX.