Este viernes, 24 de noviembre, se llevará a cabo la representación de 'Inocente hasta que se demuestre lo contrario', el nuevo trabajo de género dramático de la artista palmera Beatriz Gómez. Una alocada comedia donde los enredos son los ingredientes principales y que la autora utiliza a la perfección para denunciar una serie de abusos que todavía, a día de hoy en pleno siglo XXI siguen vigentes entre la sociedad. Para hablar de los por menores de esta creación, de sus influencias y de las dificultades que pueden tener las mujeres dramaturgas y palmeras para dar salida a su talento y representarlo la acompañaran en este coloquio la también dramaturga Lucía Rosa González, que además es la prologuista de este libro y la actriz y monologuista Isa Fuentes, actriz que le dio vida a Candelaria, uno de los personajes principales de esta historia.
Este acto se desarrollará en la Casa de la Cultura José Luis Lorenzo Barreto de Tijarafe a las 20.00 horas donde además se contará con la presencia de la compañía 'La Sinsorga' que viene desde Tenerife y que dirige el director teatral Luis Padilla.
Beatriz Gómez cuenta con un extenso currículum cultural en los campos de la literatura, del cine y del teatro. El arte siempre ha estado presente en su vida y asegura que la mayor parte del tiempo lo emplea en la creación. Bien sea escribiendo, diseñando, interpretando o haciendo algo que le dé sentido a todo ese mundo interior que deja florecer para conseguir finalmente esa forma deseada.
En esta última publicación nos acerca al campo dramático y con una visión objetiva de la sociedad. Todo ello en clave de humor y con mucha personalidad.
Conocemos más de detalles de la misma esta la entrevista.
Beatriz, ¿cómo persona vinculada al teatro desde hace tantos años, por qué tardaste tanto en publicar dramaturgia?
Era algo que nunca me había planteado. Es cierto que este es el primer guion de una obra extensa y publicada, pero no es el único guion que he escrito. Digamos que a una escala menor sí había creado pequeñas obras de micro teatro porque el tema de los diálogos y darle vida a unos personajes siempre me ha gustado. Pero mi finalidad, cuando escribí esta historia hace algunos años fue buscar la forma de ponerlo sobre las tablas, y al no conseguirlo después de ofrecerlo a algunas compañías, porque por ese entonces era aún una desconocida en este campo y contra eso es muy duro luchar decidí aventurarme y darle forma. Entonces nace ArTeatro Producciones y finalmente, se logra poner en escena.
Pero el tiempo como se suele decir, te da tu lugar y lo que a nadie le interesa en un principio termina captando la atención cuando ven el resultado definitivo y se da la oportunidad de publicar, algo que vi idóneo para que la dramaturgia canaria y en femenino que es muy escasa, todo hay que decirlo, tenga un espacio dentro de nuestra cultura.
A día de hoy estoy satisfecha porque ha tenido una aceptación tremenda y ya hay varias compañías teatrales haciendo uso de este guion para llevarlo a escena, algo que me alegra profundamente porque el teatro, aunque también se lee, es para eso, para darle vida sobre un escenario.
¿Qué quisiste transmitir con esta obra tan inclusiva y que abraza la diversidad con cierta retranca?
No podías definirlo mejor; “inclusiva”. Esta es mi visión personal de lo que se vive hoy en día en pleno siglo XXI, quizás exagerándola aún más porque se trata de comedia. Pero es cierto que todavía hay mucho camino por recorrer para llegar a conseguir todos esos derechos que cualquier persona de nuestra sociedad independientemente de su cultura, sexo, raza, religión, etc. se merecen.
Se está realizando un gran trabajo pero desgraciadamente todavía hay racismo, hay homofobia, hay clasismo…, y otras muchas injusticias que no se pueden pasar por alto y que deben ser exteriorizadas para que se cree más conciencia. Con esta obra básicamente lo que pretendo es aportar ese pequeño granito de arena a la sociedad. El arte esta para eso, así que no he encontrado mejor manera de reivindicarme.
¿Qué importancia tiene el cuadro Frida Kahlo tanto dentro de la obra como en la cultura pop?
Frida es un personaje más dentro de esta historia. A través de un cuadro busco destacar toda esa lucha por la igualdad que ella ejecutó en su época a través de su arte. Khalo siempre ha sido un gran icono de la igualdad y del feminismo, incluso convirtiendo su imagen para olvidarse de los estereotipos de género. Fue una mujer brillante a la que muchos hombres le hicieron sombra pero que terminó destacando pesé a todas las dificultades que vivió. Era una luchadora que se negó a seguir normas tradicionales, exteriorizando en sus obras temas que eran tabú para la sociedad y hablando abiertamente de ello, por ello su imagen ha sido tantas veces versionada convirtiéndose en un símbolo cultural. Es un gran ejemplo a seguir y con la que me identifico mucho. Tenía que estar dentro de una obra de este tipo, donde se busca acercar al lector y al público una visión más humana, más social.
El teatro también se lee como te gusta decir pero mejor poder verlo representado como este 24 de noviembre, ¿no?
Efectivamente. Estamos preparando una presentación muy bonita y poco usual en forma de coloquio y sobre las tablas. Concretamente en el escenario principal donde transcurre esta historia. A las 20.00 horas estaré en la Casa de la cultura José Luis Lorenzo Barreto de Tijarafe muy bien acompañada por la escritora Lucía Rosa González y la actriz Isa Fuentes, y además, tendremos la oportunidad de disfrutar de la escenificación de esta obra, algo que me apetece especialmente porque siempre es agradable ver como otros directores le dan forma a algo tan personal y creativo como es un guion teatral.
Luis Padilla y su maravilloso equipo vienen desde Tenerife para arroparnos en esta noche tan especial y ponerle el broche a este acto cultural.
Como escritora teatral y narrativa, ¿por qué crees que hay tan pocas dramaturgas canarias?
No sólo en Canarias. Creo que es importante resaltar esa ausencia de las mujeres dentro de la literatura, que bien es cierto que ya no tenemos las mismas dificultades sufridas en el siglo XIX donde incluso hay claros ejemplos del desprecio expresado por dramaturgos hacia nuestro género pero a día de hoy siguen existiendo muchas desigualdades en este campo también. La literatura se veía como una cosa de hombres y a pesar de haber muy buenas escritoras siempre se encontraban en la sombra. Qué pasa con el teatro que está tan huérfano de mujeres, que es un género que siempre ha traído consigo dificultades añadidas porque exige una mayor y completa dedicación donde además no sólo tienes el hándicaps de la publicación sino de la posterior escenificación. Por eso creo, desde mi punto de vista personal que la autoría escénica es muy escasa.
¿Cómo crees que se puede fomentar el teatro, qué secretos has aprendido a lo largo de tu carrera desde todos los ángulos de esta industria?
Existen muchas formas pero indiscutiblemente la mejor manera de fomentarlo es no “tirar la toalla”. Tenemos que acercar esta disciplina a nuestra sociedad, independientemente de que acoja más público o menos. Es crear escuela. No dejar de ofrecer un producto teatral aunque no se llene de primeras un teatro porque todo con constancia ya se sabe. Pero muchas veces la paciencia política es inexistente. He tenido la suerte de caer en un municipio como Tijarafe en el que trabajo activamente en este campo desde el 2017 donde no sólo me han dado la oportunidad de crear y dirigir un festival de teatro sino también de gestionar fiestas de arte e impartir clases en la escuela municipal, es sin lugar a dudas el claro ejemplo de un lugar preocupado y volcado con la cultura. Con ello, lo que quiero reflejar es que, la paciencia es importante para este modelo cultural. Y gracias a todo esto, a día de hoy, a mucha gente ya le hablas de teatro y ya lo asocia directamente a Tijarafe porque ha hecho que destaque por ello.