Vuelve el trail running a la Isla de La Palma de la mano de Fitters y los Ayuntamientos de Barlovento y Garafía, quienes trabajan en los últimos detalles de los permisos de la prueba, así como en todo lo relacionado con la organización de la misma, para una vez acabado dichos trámites, «focalizarse en seguir buscando aspectos para la mejora del trato al corredor popular e intentar dar mayor cabida a los deportistas de élite, que se quieran dar cita el próximo 19 de marzo», afirman desde la empresa organizadora.
“Como es habitual en los tiempos que corren, la principal preocupación de todos es realizar el evento lo más seguro posible dentro de la pandemia que seguimos viviendo, aunque la organización puede decir que ya tiene una experiencia dilatada en este aspecto, pues la edición del 2020 fue el primer evento deportivo nacional suspendido por la Covid-19 y de las primeras organizaciones en sacar un manual para realizar eventos deportivos anti-covid. Tras ello, han sido capaces de llevar a cabo más de 50 eventos con medidas y protocolos sanitarios para evitar contagios y practicar este deporte de forma segura”, afirma.
“Con todo ello, no solo por la experiencia obtenida sino por los problemas que han tenido que solventar en las últimas ediciones (con otro aplazamiento en dicho año por incendio forestal), la organización, los ayuntamientos y los patrocinadores cada vez se ven más fuertes y confiados en sacar un evento de esta magnitud, con todos los protocolos, pero sin renunciar a la espectacular prueba que se va a dar otro año más, en las tierras del norte de la Isla de La Palma”, dice.
“Ubicado en la parte norte de la isla encontramos el sendero GR-130 (Camino Real de la Costa) que es el trazo de una de las carreras más salvajes (por los parajes por los que discurre) y con una historia que se remonta a los caminos prehispánicos”, detalla.
“Aunque apenas llega a los 29 Km, entre los núcleos más habitados de los municipios de Barlovento y Garafía, con una altitud máxima de 600 metros sobre el nivel de mar, posee un desnivel acumulado de más de 4.400 metros, por ello está considerada una de las carreras por montaña más duras que existe en Europa según su distancia”.
El desafío de esta prueba consiste en atravesar los más de 12 acantilados y barrancos localizados entre los municipios, intercambiándose anualmente el sentido de la carrera y, por tanto, la llegada y salida de la misma en ambos pueblos. En esta edición será Santo Domingo (Garafía) quien acoja la salida y Barlovento la llegada.
“Lo más llamativo para el corredor es, sin duda, por donde discurre la prueba. Acostumbrados a correr por zonas montañosas, esta carrera, por el contrario, va de forma paralela al océano Atlántico, con impresionantes barrancos y montañas y con casi el 80 % del terreno transitado conformado por paisajes prácticamente vírgenes”, resalta.
Desde la empresa organizadora afirman que “tanto los ayuntamientos como la organización volverán a guardar para otra edición algunos proyectos y acciones que rodean a la prueba y que pretenden realzar aún más las virtudes que poseen los municipios del norte, pero todo ello deberá esperar a que mejore la situación sanitaria actual, ojalá sea para el 2023”.
En lo referente a las inscripciones, la organización estima que en menos de un mes den por cerrada las plazas que todavía quedan libres y que pueden formalizarse en la página de la empresa organizadora www.fitters.es.