La Junta Directiva de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (Aspa) y el director General de Agricultura del Gobierno de Canarias, Juan Ramón Rodríguez Marín, celebraron este martes, 17 de diciembre, una reunión en la que “se pudo disipar esta duda inquietante”, indica Aspa en una nota de prensa. Marín, destaca, “confirmó a Aspa que habrá dinero para continuar la reconstrucción agrícola”, destaca.
Añade que “la desconfianza se había instalado entre los agricultores afectados por la erupción tras conocerse la resolución provisional de la segunda convocatoria de ayudas a la reconstrucción del potencial de producción agrícola en la que tan solo, 23 solicitudes de 299 presentadas, contarán con financiación por valor de tres millones de euros en primera instancia”.
El director general de Agricultura, señala, “confirmó que el plan de reconstrucción agrícola continuará con dinero proveniente de diferentes fórmulas, tanto para los que quieran poner en marcha de nuevo sus explotaciones, como para los que deseen abandonar la actividad que además seguirán siendo dueños del suelo.
Corroboró, se apunta en la nota, “que en breve comenzará el proceso de indemnización por lo perdido con valor previo a la erupción y se pondrán en marcha nuevas convocatorias dentro del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común de España (PEPAC Canarias)”.
En relación con “las ayudas por la pérdida de renta ocasionada por el volcán”, añade, “se continúan buscando soluciones con la Administración estatal para satisfacer y resolver compromisos de los dos pagos anteriores, así como garantizar las compensaciones a los afectados hasta que finalice el proceso de reconstrucción”.
Además, agrega, en la citada reunión también “se planteó la preocupación por las pérdidas que está ocasionando la plaga de la cochinilla en el cultivo del aguacate y la necesidad de contar con productos y medidas que ayuden a mitigar sus efectos en este cultivo alternativo y generador de importantes rentas para la economía insular”.
Por último, “se abordó el bajo nivel de aseguramiento en cultivos al margen del plátano frente a inclemencias meteorológicas y la necesidad de priorizar inversiones en obras hidráulicas y medidas que mejoren la eficiencia en el uso del agua agrícola, que representa el ochenta por ciento del consumo de la Isla, ante un futuro incierto de lluvias”.