El chorro-abrevadero Bauhaus de Los Llanos de Aridane

Chorro Bauhaus. Foto: MVH

0

Hoy luce remozado ocupando un espacio urbano de Los Llanos de Aridane. Ya no tiene el trasiego del vecindario llenando baldes de agua, cargados sobre la cabeza, esquivando el cimbreo de cuello y cintura que marcaba el empedrado de la calle, o en dos latas de aceite pendiendo de una canga, apoyada sobre hombros y cuello. 

El ganado, las bestias de carga y paseo y los caballos de la Guardia Civil han cogido otras sendas y caminos. Ya no se escucha el marcado ritmo de las herraduras sobre las piedras del camino. 

En 1934, hace 91 años, se aprobó la construcción del chorro y abrevadero de la calle Cristo de Los Llanos de Aridane. El perito-aparejador aridanense Agustín Benítez Lorenzo (1909-1979) en la memoria descriptiva expresa: “por estar técnicamente demostrado que es el estilo de construcción que mejor resuelve los problemas de esta índole, es por lo que se he elegido el moderno alemán”. En esos años “el moderno alemán” era la corriente arquitectónica conocida por Bauhaus.  

En 1988 el chorro-abrevadero suscitó un profundo debate social entre los que apostábamos por su permanencia y los que no llegaban a comprender el valor patrimonial de una arquitectura de una época relativamente próxima. 

Los segundos preferían tener la calle totalmente despejada y libre para los vehículos a motor. El hecho alarmó a un grupo de ciudadanos que al amparo del Art. 20 de la Ley de Patrimonio Histórico de 1985 se solicitó de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias la incoación de expediente para su declaración de Bien de Interés Cultural y la aplicación urgente del Art. 11 que paralizaba el previsto derribo. La Viceconsejería comunicó al Ayuntamiento la apertura del expediente produciendo, de inmediato, la paralización de la prevista destrucción. Ese hecho salvó al abrevadero, aunque no se llegó a proteger con el sonoro título de BIC.  

Pasadas los años las ciudades apuestan por reducir el tráfico rodado a lo mínimo y embellecer plazas y plazoletas para el disfrute del caminante. El nuevo pensamiento de “lo urbano” está dando prioridad al transeúnte y al paseo. El tiempo nos vino a dar la razón y hoy el “chorro” de la calle Cristo es una de los inmuebles urbanos e imagen que dan identidad propia a la ciudad de Los Llanos de Aridane.  

Apuntamos que el chorro y abrevadero de Benítez, humilde, callado y silencioso, altanero y erguido durante 91 años, se le debe considerar antecedente histórico de lo que a partir de 1999 se configuró bajo la denominación del “La Ciudad en el Museo. Foro de Arte Contemporáneo (CEMFAC)”, que hoy ocupa paredes ciegas de inmuebles privados y públicos, correspondientes al desarrollismo de los años 60, con cuadros de gran formato de pintores altamente reconocidos y de primera línea internacional. Ese sencillo inmueble urbano fue la primera apuesta municipal, totalmente inconsciente del imperante estilo racionalista del siglo XX. 

Apuntes biográficos de Agustín Benítez 

Agustín Benítez Lorenzo nació en Los Llanos de Aridane en 1909 y murió en Santa Cruz de La Palma en 1979, hijo del que fuera durante muchísimos años secretario del Ayuntamiento de la ciudad. Estudió en Madrid y fue el primer palmero en obtener el título de aparejador. 

En 1936 contrajo matrimonio, en Los Llanos de Aridane, con María Esther Calero Alonso. Su trabajo profesional está aún por ser estudiado en profundidad, no obstante, apuntamos algunos datos que reflejan sus diversas facetas profesionales, la diversidad de sus trabajos, aficiones culturales y deportivas. 

Inquieto y participativo en todas las actividades culturales de su municipio natal en 1935 pertenecía al cuadro artístico local “Lope de Vega”, que dirigía el maestro nacional Santiago Tito con la representación de obras de teatro. 

El dibujo era otra de sus aficiones preferidas, en 1936 junto con el maestro Tito Buades ejecutó un pergamino a “pluma y colores” en el homenaje popular al recordado maestro Ramón Pol Navarro, nombre que lleva hoy una calle céntrica de la localidad. 

En La Patrona, de ese mismo año, el programa en prensa rezaba: “como fin de fiesta, en la Plaza, a la entrada de la procesión, se quemará profusión de fuegos artificiales, terminando con un cuadro plástico representando a la Anunciación bajo la dirección del inteligente joven aparejador Don Agustín Benítez Lorenzo”. 

Benítez Lorenzo compaginó perfectamente el ser “ingeniero hidráulico” y artífice de los tradicionales cuadros plásticos aridanenses, actor aficionado, pintor y dibujante... Fue un entusiasta colaborador en el discurrir diario de la ciudad de su nacimiento. 

En 1934 firma el proyecto de entubamiento de las aguas de la Caldera concretamente de los manantiales, Los Suitos, Grieta I, Grieta II, Galería, Tubería de las Traves, Las Traves, La Platanera y el Viñátigo, para conducir las aguas al cogedero del canal. En el informe previo establece: “El manantial de Los Suitos continuará discurriendo por su antiguo cause, hasta unos quinien­tos sesenta metros antes de llegar al barranco de las Angustias, en cuyo lugar irá la arqueta de captación y desde este punto hasta el canal, atravesando el barranco, por medio de un sifón y desbordado en el mismo a la altura de la casa del Capellán”, entre otras presiones técnicas. 

En el archivo parroquial se custodia el proyecto “Reforma de la Sacristía del Templo parroquial de la ciudad de Los Llanos de Aridane”, firmado por Benítez el 18 de enero de 1940. Con esta obra se anexa a la parroquia Matriz de Nuestra Señora de los Remedios la actual sacristía y la casa parroquial, con fachada a las plazas de España y Elías Santos Abreu y al callejón del Paseo. En esta obra conjuga perfectamente la arquitectura mudejar del templo con el añadido de la sacristía y casa parroquial sin estridencias arquitectónicas.  

El 17 de noviembre de 1948 redacta el proyecto de urbanización de la plaza del barrio de La Laguna, necesaria en ese momento “Dada la distancia que separa del centro de la ciudad y la carencia de un lugar que pueda servir de recreo y de descanso al obrero que regresa de sus faenas y desea reunirse con sus convecinos para sostener conversaciones que hasta pueden ser transacciones, se hace imprescindible la preparación de un sitio adecuado que a la vez sea el comienzo de la formación del casco del pago, todavía disperso”. Han pasado décadas y el barrio aridanense de La Laguna sigue sin tener un desarrollo urbano marcado, como ya apuntaba Benítez en 1948.      

Al año siguiente se dan pasos para la urbanización de Puerto de Naos. La comisión permanente, de fecha 17 de febrero de 1949, acuerda dar instrucciones al aparejador para desarrollar el proyecto de urbanización del insipiente, por esos años, barrio costero según se había acordado por la Corporación el 2 de abril de 1946. Comienza el desarrollo urbano del núcleo de Puerto de Naos, con el transcurso de los años no fue lo favorable que en un principio de pensó. 

Fueron diversos los campos del diseño en los que trabajó. La comisión permanente el 28 de marzo de 1951 estudia el proyecto redactado por el aparejador “sobre las farolas a instalar en la Plaza de España y Avenida Almirante Díaz Pimienta” y se hace constar “el más sincero reconocimiento de este Ayuntamiento al Sr. Benítez, por los trabajos que tan desinteresadamente viene prestando a este municipio, y que se le comunique al interesado para satisfacción del mismo”. A su estudio se debe un recordado escenario de la Fiesta de Arte, concretamente el que “representa la fachada de un templete griego, y del cual es autor el aparejador, hijo de la ciudad, don Agustín Benítez Lorenzo” (Eco de Canarias, 9 de julio de 1971).     

La afición al deporte en general y en particular al fútbol le lleva en 1947 a ser nombrado presidente de la Federación Insular de Fútbol. El periódico Aire Libre (Tenerife) recogía: “Por fin, las cosas del fútbol toman brío y entusiasmo en la isla de La Palma. El nombramiento de don Agustín Benítez Lorenzo para la presidencia de la Federación Insular ha sido un gran acierto y el fútbol va por el camino de la franca restauración”. 

En 1957 participó dirigiendo trabajos de contención de las violentas lluvias que azotaron la Isla a su pavoroso paso por la población de Santa Cruz de La Palma, con pérdidas humanas en los municipios de Breña Alta y Breña Baja. Durante años ejerció de responsable en la isla del programa Regiones Devastadas y de perito aparejador de las numerosas obras del conocido arquitecto tinerfeño Tomás Machado.   

El proyecto del chorro y abrevadero 

El pliego de condiciones del abrevadero de la calle Cristo de Los Llanos de Aridane establecía 15 días para le ejecución de la obra, un presupuesto de 668,50 pesetas y un beneficio del 15% para el contratista.  

A la pública subasta se presentaron dos ofertas: Eduardo Rodríguez Martín con una baja de 33,93 pesetas y Manuel Ramos Martín con una baja de 45 pesetas. En sección plenaria de 3 de diciembre de 1934 el Ayuntamiento Pleno la adjudica al segundo con compromiso de entrega de la obra el 29 de enero de 1935. 

En el expediente administrativo, que se custodia en el Archivo Municipal, figura firmada por la Alcaldía Accidental de Francisco Rodríguez Betancor, más tarde alcalde titular y asesinado en julio-agosto de 1936 en los montes de Fuencaliente y el secretario Agustín José Benítez Rodríguez (padre de perito-aparejador redactor del proyecto) y quien sufrió años de prisión en Las Palmas como represaliado político con suspensión de empleo y sueldo.  

En 1868 llegaron las primeras aguas canalizadas al casco urbano de Los Llanos de Aridane. La empresa Hidráulica Aridane obtiene la autorización de los Ayuntamiento de El Paso y Los Llanos de Aridane para la explotación de estas aguas a cambio de la construcción de unos abrevaderos y chorros de abasto público, con una determinada cantidad de agua según escritura notarial de 30 de enero de 1866. Uno de los lugares designado fue El Calvario hasta que el 8 de octubre de 1934 se acuerda trasladarlo “y construirse en el centro de la placeta existente a la terminación de la calle García Hernández” [hoy calle Cristo]. De esta manera partió la iniciativa de la construcción del abrevadero y chorro, firmado por el técnico en octubre de 1934. 

La necesidad de suelo municipal para la construcción de dos aulas escolares, niños y niñas, en el barrio de Retamar fue la razón del traslado del chorro-abrevadero y el derribo del antiguo abrevadero y calvario amurallado. El antiguo centro escolar hoy lo ocupa la Banda Municipal de Música y Academia y continúa luciendo en la fachada un escudo esmaltado de la II República. 

La memoria descriptiva del proyecto justifica la obra por: “Tratarse en este proyecto de realizar una obra de gran importancia para los vecinos del barrio afectado, por el enorme inconveniente que para ellos supone el tener que mendigar de la vecindad una gota de agua para sus necesidades perentorias, y en lo que se refiere al ganado, por estar situado este abrevadero en un cruce de calles por el que circulan grandes cantidades de caballerías para las cuales es punto obligado de pase el elegido, y además ser el barrio del emplazamiento de dicho abrevadero uno de los que más ganado poseen sus habitantes”. 

El perito aparejador Agustín Benítez estudió el caudal con que iba a contar y considerado “la poca cantidad de agua que se dispone hemos tratado de ahorrar lo más posible este líquido, pero al mismo tiempo hemos de tener presente que los vecinos que irán en su busca no podrán perder mucho tiempo en espera de que se les llene su recipiente, por lo tanto hemos dispuesto en la parte superior un depósito en cuyo fondo se encuentran tres llaves de cierre automático por medio de una palanca, para evitar el desperdicio de agua por descuido u otras causas, cuyas llaves son las de servicio del público”. Continúa describiendo el sistema de flotadores, para evitar “rebosaderos” y poder llevar los sobrantes a otros lugares. 

Los materiales empleados fueron hormigón ciclópeo, bloques de barro cocido, revestimiento de mortero y enlucido de cemento. La ventilación sería un cerco de madera recubierto de tela metálica del número catorce. 

El Racionalismo y la Bauhaus 

El diseño del abrevadero aridanense rompe con las estructuras tradicionales de estas construcciones en Canarias. En aquellos meses de debate, en 1988, afirmaba un arquitecto: “Es una pieza interesante por cuanto reúne algunos de los elementos formales de la estética del primer tercio del siglo. Se construye en 1934 con las connotaciones que se pueden enmarcar dentro del movimiento moderno y las corrientes funcionalistas por sus aspectos racionales de formas, curvas, líneas, y por supuesto despojo de toda la retórica historicista de ese momento, en este sentido tiene valor la ruptura con todos los elementos que en ese momento se realizaban”. 

A las corrientes artísticas de expresionismo, funcionalismo y racionalismo se le une la escuela de la Bauhaus “un campo de acción y de experimentación, tanto a nivel estilístico como educativo y social, llamado a otorgar un impulso al arte y el diseño”. En la Alemania de la posguerra, de la primera guerra europea, no había medios económicos, pero surgió un movimiento de reconstruir y construir de nuevo, se decía que los “tiempos eran propicios para soñar”. En este momento la respuesta fue la utopía de la Bauhaus, uno de los más encendidos sueños del arte moderno. 

No conocemos las fuentes de inspiración que informaron a Benítez para diseñar el proyecto del abrevadero. Sin lugar a dudas el aparejador debió dominar la arquitectura europea de esos años. Valgan de ejemplo dos proyectos del arquitecto polaco Erich Mendelsoh (1887-1953), la torre Einstein (1924), en la ciudad de Potsdan y en Berlín el centro Woga (1927-1931), que ocupó originalmente el cine Universum y Capitol. El arquitecto desarrolla ambos inmuebles con un módulo central vertical y en la base otro semicircular horizontal, diseño que recuerda por semejanza en líneas a las del abrevadero de Los Llanos de Aridane. 

Como hemos visto al “moderno alemán” de Benítez Lorenzo no era otro que el racionalismo y la Bauhaus. Han pasado nueve décadas y podemos seguir disfrutando de esta muestra de la arquitectura racionalista urbana en un pequeño y sencillo chorro y abrevadero de agua pública. 

Bibliografía y archivos 

-Archivo Municipal de Los Llanos de Aridane. 

-Archivo privado Agustín Benítez Calero, Santa Cruz de La Palma

-El Día, 1 de diciembre de 1988, Nuevos e importantes datos sobre el abrevadero de “El Chorro”. Conferencia de Victoria Hernández. Santa Cruz de La Palma (Redacción)      

-Hernández [Pérez], María Victoria, «Historia de las Islas Canarias: El abrevadero modernista de Los Llanos de Aridane», La Prensa del domingo/El Día (Santa Cruz de Tenerife, 15 de enero de 1989), p. 2.  

-Hemeroteca Digital Jable. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. 

 

*María Victoria Hernández es cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)

Etiquetas
He visto un error
stats