Lo mejor está por venir

A lo largo de nuestra vida nos vamos encontrando con obstáculos, con problemas, con tropiezos, muchos de ellos provenientes, incluso, de nuestro entorno más cercano. Cuántas veces habremos oído “eso es imposible” o “no serás capaz” o el tan utilizado “es que eso siempre ha sido así”.

Hace unas semanas, el señor Pérez Rubalcaba se regodeaba augurando un negro futuro con aquello de “lo peor está por venir”. Jamás entendí el deseo de algunos de que las cosas vayan mal para sacar provecho. No comprenderé nunca que un político (o cualquier persona) anhele el mal de la sociedad para obtener rédito electoral. Es una forma de política arcaica y absolutamente deleznable.

Afortunadamente y en muchas ocasiones, el tiempo da y quita razones y, después de mucho tiempo, por ejemplo, en este 2013 recién concluido, el paro juvenil ha descendido (poco, pero ha descendido). Casi 41.000 jóvenes han encontrado empleo lo que abre la puerta a la esperanza. ¿Por qué Rubalcaba quiere cercenar sus esperanzas? ¿Por qué por un puñado de votos tiene que decirle a esos jóvenes y a otros muchos que todavía conservan su ilusión y sus ganas que les irá mal?

Asimismo, queda mucho camino por recorrer. Y muchas voluntades que sumar ya que, contra la lacra del paro juvenil toda ayuda es poca. Si bien es cierto, que el gobierno ha puesto todo su empeño en luchar contra ella: Plan de Empleo Juvenil, los fondos europeos para el empleo juvenil (de los que Canarias será una de las grandes beneficiadas), los contratos indefinidos de apoyo a los emprendedores, el Plan Nacional de Implantación de la Garantía Juvenil en España, la FP Dual o los recientes aumento en becas o el plan europeo Erasmus Plus están siendo y serán instrumentos indispensables para los retos que continúan y continuarán aflorando en estos años.

Ahora bien, podemos arrimar el hombro por el bien de todos o instaurarnos en la queja y en el pesimismo. El gobierno del Partido Popular ha elegido trabajar y luchar con el desempleo juvenil y esa batalla la vamos a ganar. Ya la estamos ganando, porque lo mejor está por venir.

A lo largo de nuestra vida nos vamos encontrando con obstáculos, con problemas, con tropiezos, muchos de ellos provenientes, incluso, de nuestro entorno más cercano. Cuántas veces habremos oído “eso es imposible” o “no serás capaz” o el tan utilizado “es que eso siempre ha sido así”.

Hace unas semanas, el señor Pérez Rubalcaba se regodeaba augurando un negro futuro con aquello de “lo peor está por venir”. Jamás entendí el deseo de algunos de que las cosas vayan mal para sacar provecho. No comprenderé nunca que un político (o cualquier persona) anhele el mal de la sociedad para obtener rédito electoral. Es una forma de política arcaica y absolutamente deleznable.