Espacio de opinión de La Palma Ahora
Ruta arqueológica del cantón de Tedote (costa)
Esta ruta arqueológica recorre algunos de los conjuntos arqueológicos más interesantes de los municipios de Breña Alta (Lomo Boyero, Barranco del Humo, Barranco de Los Cuervos, Cuesta de La Pata y Cueva de Los Guinchos) y Breña Baja (Punta de Los Guinchos y Punta de Las Salinas). Ha sido organizada por el Ayuntamiento de Breña Baja y el C. D. de Caminantes El Atajo, contando con la colaboración de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del cabildo de La Palma.
Según J. Abreu Galindo “El sexto señorío era Tedote y Tenibucar, que es donde al presente está fundada la ciudad, hasta Tenagua; y de este término y tierra eran señores tres hermanos llamados Tinisuaga y Agacensie, y el otro Ventacayce. Estos tres hermanos estando en las faldas de un barranco que en este término de Tedote está, que al presente llaman el Barranco de Agacencio, holgándose con muchas mozas que pretendían casar con ellos, ármose arriba en la cumbre gran cerrazón de aguaceros y vino el barranco tan crecido, que se llevó todos aquellos palmeros y perecieron; y por muerte de Agacencio se llama el Barranco de Agacencio. Y de todos no escapó sino solo Ventacayce, que, como el agua lo llevó, dio con él en un árbol, donde quedó colgado por un muslo que se le hincó un garrancho del árbol; y, pasada la furia del agua, los fueron a buscar, y lo hallaron a Ventacayce bien asido con las manos; y, aunque vivió, quedó cojo de aquella pierna, por donde quedó trabado del árbol.”
El conjunto arqueológico del Lomo Boyero está formado por varios grupos de grabados rupestres, un conjunto de canalillos y cazoletas, así como un tagoror con petroglifos geométricos y alfabetiformes. Este último fue completamente destruido durante la construcción de la carretera de La Grama.
La estación de grabados rupestres cruciformes del Lomo Boyero fue dada a conocer en 1971 por Mauro Hernández Pérez, si bien el hallazgo es anterior y se debió a Domingo Acosta Felipe, Tomás Oropesa Hernández, Juan Felipe García Luque y Ricardo Pérez Díaz. Este yacimiento, aún hoy, sigue siendo el más interesante de la antigua Benahoare con este tipo de motivos labrados en basalto. Además de los cruciformes, también hemos de destacar la presencia de naviformes. La técnica de ejecución (picado e incisión), así como la tipología, han planteado algunas dudas sobre su origen prehispánico llegándose a plantear, incluso, que pudieron realizarse en el momento de la conquista de la isla para sacralizar lugares en los que los benahoaritas realizaban sus ritos paganos. También se ha apuntado que podrían ser antropomorfos, símbolos alfabetiformes, etc. A todo ello hemos de añadir la presencia de un pequeño grupo de cazoletas, de planta circular y cuadrangular, comunicadas por pequeños canalillos que tienen como soporte un afloramiento de tierra compactada.
Los grabados rupestres del Lomo Boyero están flanqueados, al norte, por el Barranco del Humo, una de cuyas cuevas fue excavada en 1972 por Manuel Pellicer y Pilar Acosta. Por ambas márgenes del barranco, así como en el antiguo acantilado costero, existió un gran poblado de cuevas naturales de habitación y varias cavidades de uso funerario. Desgraciadamente, los yacimientos han sido prácticamente arrasados por expoliadores, curiosos y amantes de la arqueología. Muchas de las piezas arqueológicas han sido recuperadas y, en la actualidad, forman parte de los fondos del Museo Arqueológico Benahoarita (Los Llanos de Aridane).
El lado sur del Lomo Boyero está delimitado por el Barranco del Cuervo, que es uno de los pocos casos de La Palma, junto con una barranquera de Tijarafe, en el que todas las cavidades que existen en sus laderas fueron utilizadas como lugar de enterramiento. Destaca la denominada Cueva de Los Huesos de la que se extrajeron una veintena de vasijas prehispánicas de la fase II, así como numerosos restos humanos, algunos quemados, que, en la actualidad, están desaparecidos al ser entregados en su momento a la Organización de Juventud Española (OJE) de Santa Cruz de La Palma.
En la zona conocida como Cuesta de La Pata existió un interesante conjunto arqueológico formado por una docena de cuevas naturales de habitación, así como varias cavidades funerarias, y una estación de grabados de motivos geométricos. Desgraciadamente, los yacimientos presentan un estado de conservación lamentable debido a la acción de los saqueadores, la intensiva reutilización en época histórica de las cuevas, así como los destrozos ocasionados por el abancalamiento de las laderas para crear canteros de plátanos. No obstante, han aparecido algunas de las piezas arqueológicas más interesantes de Benahoare como un trozo de uno de los idolillos de barro expuestos en el MAB.
La Cueva de Los Guinchos, situada en la base del acantilado de Bajamar, es uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de La Palma. En 1972 se llevaron a cabo unos sondeos por parte de Manuel Pellicer y Pilar Acosta, si bien los materiales extraídos están desaparecidos. Posteriormente, en 1995, los Doctores Ernesto Martín Rodríguez y Jorge Pais Pais, llevaron a cabo una limpieza de los perfiles dejados al descubierto en la excavación anteriormente mencionada. Se trata de una gigantesca cueva natural de habitación que cuenta con una potencia estratigráfica de, como mínimo, 4 metros de espesor y de una gran variedad y cantidad de restos arqueológicos de todo tipo. De esta zona proceden unos restos humanos momificados, así como varios boomerangs o crosses de madera, que aparecieron al desplomarse una cueva funeraria durante unas obras ejecutadas en las inmediaciones.
En la Punta de Los Guinchos nos encontramos con un tipo de yacimientos que era prácticamente desconocido en la isla hasta hace muy pocos años. Se trata de las denominadas piletas marinas que aparecen en la gran mayoría de los espigones rocosos que se adentran en el mar. Los conjuntos más numerosos e importantes de Benahoare, en cuanto a número de cazoletas, parecen concentrarse en las costas de Breña Baja y Villa de Mazo. En concreto, en esta zona, nos encontramos con uno de los yacimientos más espectaculares al contar con más de dos centenares de piletas, así como uno de los paneles más bonitos descubiertos hasta la fecha. Su finalidad no está nada clara y podrían estar relacionadas con ritos propiciatorios de petición de lluvias, fertilidad o fecundidad, etc.
En la Punta de Las Salinas (Los Canacajos, Breña Baja) se localiza el yacimiento de piletas marinas que dio lugar a los estudios que han llevado a cabo con posterioridad y que aún se siguen realizando. Fueron descubiertas por el historiador Pedro Merino Martín y, a raíz de su hallazgo, se inició una investigación que ha demostrado su existencia, primero en Lanzarote y Fuerteventura, y luego en el resto del Archipiélago canario. El conjunto que visitaremos consta de unas 60 cazoletas de forma circular u oval de tamaño grande o mediano que están concentradas junto a la misma orilla del mar y a una charca que siempre está llena de agua, por lo que se descarta su uso para aprovechar la sal, ya que ésta no puede formarse ante las constantes invasiones de agua marina.