Tras años y más años, donde el “tú más” es la expresión más usada entre los simpatizantes de las principales formaciones políticas, y siendo muy conscientes los líderes políticos de haber contribuido a la polarización, y escuchar de vez en cuando, que vivimos en una sociedad polarizada, muchas personas se preguntan ¿Quién contribuye a disminuir la tensión entre sectores? y, sin encontrar respuestas, se podría indicar que algún comentarista o algún periodista contribuye a la “reconciliación”, pero los realmente responsables de esa situación, trabajan para lo contrario, trabajan para hacer más grandes las diferencias, o para argumentar las mismas, repitiendo siempre los mismos argumentos, como pueden ser los siguientes: que si pactan con Bildu, que si pactan con Vox, que si Bildu defiende a los terroristas, que si los de Vox no creen en la violencia de género, que si con la ley del “Sí solo sí es sí” han salido de la cárcel 117 violadores o acosadores sexuales, que si los de Vox criminalizan a los inmigrantes..., como si en el fondo de los corazones de la gente de bien, no se deseará la ausencia de cualquier tipo de violencia. Ah! Pero los que no son gente de bien son los otros, los de izquierda o los de derechas. En definitiva, una vergüenza tanta descalificación.
Dentro de esta sociedad en la que quieren que vivamos se establece el siguiente axioma: “El que más y mejor descalifica al oponente es el que mejor va a solucionar los problemas de las personas que habitamos este país”. De este modo llegamos a varios absurdos, como es votar para que no gobiernen los otros, en lugar de votar por quien nos va a solucionar la vida. Ejemplifico otro absurdo relacionado con las comunicaciones, y la manipulación que practican los que nos adoctrinan en la polarización. Durante un par de días estuvimos pendiente de las personas atrapadas, casi por voluntad propia, en un submarino, cuando al mismo tiempo morían personas en muchas guerras alrededor del mundo, no solo en la guerra entre Rusia y Ucrania, o sea que para los comunicadores unas vidas valen más que otras, aunque obviamente los medios de comunicación, claramente no lo expusieron así, el tratamiento que hacían de unas noticias u otras así lo indicaban. Y si comparo las vidas de las personas que murieron en el submarino con los inmigrantes que mueren intentando llegar a España, puedo recibir descalificaciones por defender o no defender a los inmigrantes, un auténtico disparate, porque durante dos días, las vidas de las personas que murieron en el submarino eran más importantes que los que mueren en cualquier conflicto menor en el mundo.
Los medios de comunicación, aquellos que nos tienen que informar, para que la población pueda dictaminar que es lo más que le conviene, han olvidado sus editoriales y los artículos de opinión para tratar de convencernos de lo malo que son los otros, aquellos con los que no comulgan, adoctrinándonos en cada hora de emisión, mostrando las bondades de los suyos, y los defectos de los oponentes; para llegar a lo siguiente, que en lugar de acoger las redes sociales el análisis que pueden realizar los principales medios de comunicación, estos (los principales medios de comunicación) han copiado a las redes sociales, construyendo un hilo conductor, haciendo público un argumentario al cual seguir al pie de la letra, y cuando elegimos escuchar o ver un determinado programa o una determinada cadena de radio o televisión, ya sabemos a quién defiende o contra quién va esa cadena, y de este modo estar contentos, porque disponemos de más y más argumentos para afianzarnos en nuestros postulados, y por tanto estar más lejos de los teóricamente oponentes. De este modo, en función de qué medio hayamos escuchado la valoración del debate de los candidatos a la presidencia del gobierno, sabremos según ellos quién ha mentido más o quien ganó el debate. Y así vivimos, autoconvenciéndonos que los nuestros son los buenos y que los otros son los malos, mientras unos pocos, solo unos pocos, quedan a la espera de escuchar propuestas realista de mejora.