Para el profano palmera,
Cycas para el erudito,
para muchos un palmito
que ha venido desde fuera.
Es tóxica traicionera,
que al botánico cautiva
y el jardinero cultiva
en mansiones señoriales
y jardines principales
de importancia evolutiva.
Jócamo, 22.VII.2024
NOTA: El género Cycas agrupa un centenar de especies del Viejo Mundo (Asia, África y Oceanía), que se cultivan en jardines de todo el mundo, tanto por sus valores ornamentales como por ser considerados fósiles vivientes de gran significado en la evolución vegetal.
Tienen el aspecto de pequeñas palmeras, con un tronco simple o ramificado, que culmina en una corona de hojas de cuyo centro brotan las flores, las masculinas y femeninas en individuos separados.
Entre las especies más populares está la Cycas revoluta, oriunda del sur del Japón, donde se consume la fécula de la médula del tronco como sucedáneo del sagú, tras ser previamente tratada y liberada de una neurotoxina (cicadina) muy tóxica.
El verdadero sagú es la fécula del corazón de la palmera Metroxylon sagu de la isla de Nueva Guinea, de amplio uso como espesante en sopas y pudines.
Ha pasado de ser una rareza de jardines selectos, a estar cultivada profusamente como ornamental en parterres y tiestos, públicos o privados. En La Palma, la recuerdo desde mediado el siglo pasado, cuando su presencia se incorporó a la flora exótica insular.