“El próximo 25 de diciembre se cumplirá un año de la finalización de la última erupción volcánica de La Palma. Una tragedia natural que se prolongó durante tres meses, que afectó a más de 7.000 personas y que destrozó más de 2.600 edificaciones y casi un centenar de kilómetros de carreteras”, recuerda en nota de prensa Cáritas de Tenerife. “Desde que se inició el proceso eruptivo, Cáritas Diocesana de Tenerife puso en marcha una Campaña de Emergencia y Solidaridad con la Isla, que incluyó una serie de actuaciones urgentes y la planificación de acciones a medio y largo plazo”.
“En esta línea, seguimos atendiendo y acompañando a las personas afectadas, muchas de las cuales perdieron sus viviendas y medios de vida. En concreto, hasta el momento se han producido más de 3.000 atenciones y son ya 1.150 las familias y 3.030 las personas (entre ellas 647 menores) que han recibido algún tipo de ayuda de la entidad, gracias a las aportaciones recibidas en el marco de la referida Campaña de Emergencia y Solidaridad con la Isla”, señala.
Falta de respuestas de las administraciones
“Muchas de estas familias son atendidas periódicamente y siguen siendo acompañadas actualmente por la institución, mientras que otras han acudido por primera vez debido a la falta de respuestas de las administraciones públicas; o ante la insuficiencia o mala acogida que han tenido alguna de las soluciones propuestas recientemente”, afirma.
“Desde Cáritas seguimos trabajando y promoviendo la coordinación con el resto de entidades involucradas en la atención a las familias afectadas, buscando crear sinergias que nos permitan dar una respuesta más integral y efectiva a dichas personas. En concreto, continuamos ofreciendo atención y ayudas inmediatas en materia de alimentación, educación, salud, etc.”, detalla.
“En materia de vivienda, Cáritas Diocesana de Tenerife ha invertido ya 2,5 millones en responder a las necesidades que nos plantean las familias y que seguimos detectando, ofreciendo apoyo en cuatro líneas fundamentales: en primer lugar, ayudas de alquiler, ya que, si bien muchas familias han podido solicitar la ayuda publicada por el Gobierno de Canarias, hasta la fecha la mayor parte de los afectados solo han recibido el pago de cuatro mensualidades; incluso, hemos detectado casos de familias que siguen esperando respuesta a sus solicitudes. En este sentido, desde Cáritas volvemos a denunciar la situación de desamparo que viven muchas de estas familias, que no tienen un contrato que demuestre el pago de un alquiler, por lo que quedan excluidas del proceso de solicitud”.
“En segundo lugar, seguimos dando apoyo en materia de enseres, mobiliario y electrodomésticos a familias propietarias de viviendas que se vieron afectadas por las coladas del volcán Tajogaite, que aún no están en condiciones adecuadas de habitabilidad”, señala.
“De igual modo, Cáritas Diocesana de Tenerife también abrió una línea de apoyo para las familias más vulnerables, con desamparo económico, para la reconstrucción de viviendas en zonas afectadas por el volcán, en aquellos casos en los que las viviendas no están en condiciones de habitabilidad y necesitan ser reformadas. También se continúa apoyando a familias damnificadas en la construcción de viviendas nuevas habituales, tanto en la compra de materiales como en gestiones necesarias para la habitabilidad, un apoyo económico que se otorga por unidad familiar”.
“Por último, continuamos acompañando a cinco familias acogidas en las casas parroquiales cedidas por la Diócesis Nivariense, familias afectadas por el volcán que fueron desalojadas hace más de un año de distintas zonas de Puerto Naos y La Bombilla. Dichos espacios se habilitaron y acondicionaron en varios municipios de la Isla, tras realizar reformas de albañilería, pintura, equipamiento, mobiliario, etc. Con estas familias se lleva a cabo un proceso de intervención social continuado, para la mejora de su bienestar y su inclusión sociolaboral”,relata.
“En materia de Empleo, actualmente estamos trabajando de manera transversal con el proyecto que Cáritas venía implementando en la Isla (proyecto Mila), derivando a las personas que lo demandan a un servicio de orientación y acompañamiento en materia laboral, de formación en competencias básicas, etc.”, apunta.
“A todas estas actuaciones se han sumado en el último año tanto las religiosas Hijas de la Caridad como la Congregación de los Religiosos Camilos, que ofrecen acompañamiento emocional y orientación psicológica a personas damnificadas de la erupción. No en vano, hemos detectado que muchas de las personas afectadas por el volcán necesitan acompañamiento y apoyo psicosocial, lo que ha dado pie a la formación de un grupo de escucha dirigido por los propios Religiosos Camilos, que ofrece atención a la situación de duelo que muchas familias siguen viviendo, que se ha acentuado con el paso de los meses. Así, se han llevado a cabo charlas dirigidas a los afectados por el volcán, a los que se les proporcionan herramientas para que puedan desarrollar una actitud resiliente”, subraya.
“Se trata de un servicio del Centro de Humanización de la Salud, creado por esta orden, que tiene por finalidad ayudar a las personas que pasan por una situación de sufrimiento o crisis en sus vidas (situación de duelo, personas con un familiar enfermo, soledad, otras situaciones difíciles…). Esta iniciativa ha sido coordinada y promovida por la Delegación de Pastoral de la Salud de la Diócesis Nivariense y por Cáritas Diocesana de Tenerife”, concluye.