La Asociación de Productores y Consumidores de Agricultura Biológica de La Palma (Ecopalma) pide a los ayuntamientos y al Cabildo que “sigan el ejemplo de El Paso y que prohíban, como lo ha hecho este municipio, el uso de herbicidas en los espacios públicos”, según se informa en una nota de prensa.
La asociación hace este llamamiento porque, asegura, “el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, recientemente, ha utilizado glisofato en distintas zonas de la ciudad para eliminar hierbas sin que se avisara previamente a los vecinos -la normativa recoge claramente que se debe señalizar mediante carteles-, cuando se trata de un producto perjudicial para la salud (de personas y mascotas) y para el medio ambiente”.
También denuncia que “el personal municipal no llevaba las medidas de protección adecuadas, lo que supone una vulneración de la normativa en seguridad laboral”.
Ecopalma, se recuerda en el comunicado, realizó durante 2012 una campaña conjunta con Ben Magec-Ecologistas en Acción, dentro de una iniciativa a nivel regional (http://nomasvenenosencanarias.wordpress.com/) en la que se instó a las instituciones palmeras a tomar medidas alternativas frente al uso de los herbicidas en los espacios públicos.
Este colectivo asegura que “son numerosos los ayuntamientos que están prohibiendo el uso de herbicidas a nivel regional”.
Ecopalma también se interesa por “el coste que tienen esos productos” y apunta que “con ese dinero quizás se podría contratar personal para arrancar las hierbas (en una isla con 12.000 desempleados y catalogada como Reserva Mundial de la Biosfera), o utilizar otros métodos más sostenibles”.
La Asociación de Productores y Consumidores de Agricultura Biológica de La Palma anuncia que en los próximos días retomará “una campaña conjunta con Ben Magec, con recogida de firmas a pie de calle, dirigida a los ayuntamientos, Cabildo y Reserva de la Biosfera con el fin de que se sumen a esta iniciativa”. Ecopalma invita a la población y a los diferentes colectivos participar en esta acción, y anima a las instituciones públicas “a presentar una moción que destierre esta práctica arcaica que es una lacra para el desarrollo de una sociedad sostenible”, concluyen.