La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma ha concluido los trabajos de restauración de la fachada de la Casa Principal de Salazar, en la calle Real de Santa Cruz de La Palma. Primitivo Jerónimo, consejero responsable del área, ha explicado que las tareas se han centrado en la recuperación de los sillares, que se encontraban muy afectados por la sal, debido a la proximidad del mar.
“Desde el Cabildo hemos trabajado para ofrecer una solución efectiva al problema que afecta a estas piedras que configuran la fachada de este edificio del siglo XVII, emblema de la arquitectura civil de La Palma. Confiamos en que, con esta restauración, la sociedad palmera siga teniendo como referente del patrimonio histórico de la Isla a esta Casa Principal de Salazar”, ha señalado Primitivo Jerónimo.
La restauración de la Casa Principal de Salazar ha sido integral y de carácter conservativo. Se ha trabajado especialmente en la consolidación de la piedra para devolverle su dureza y para que su estabilidad perdure durante muchos más años. Se han reintegrado algunos volúmenes perdidos y se han retirado las juntas de los sillares que ocultaban las originales.
Nieves Luisa Cabrera, responsable de la dirección de la obra de restauración, ha destacado el trabajo efectuado para solventar el problema derivado de la sal. “Cuando empezamos a trabajar, el estado de la fachada no era excesivamente malo. La piedra palmera de origen volcánico con la que está construida es fuerte pero ha sufrido mucho el ataque de las sales. Hemos desalado aplicando tratamientos hidrofugantes en superficie que permiten que la porosidad de la piedra continúe abierta, ya que en un trabajo de restauración siempre se debe respetar al material original”, ha explicado.
Primitivo Jerónimo ha señalado que la comisión de Patrimonio Histórico afrontará próximamente una solución definitiva para que las aguas de lluvia no sigan afectando a la fachada de la Casa Principal de Salazar. “Contemplaremos una solución definitiva para la afectación por las aguas pluviales de forma que dejen de caer directamente sobre la fachada y puedan ser reconducida mediante un aliviadero”.