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“El Grantecan suponía un reto especialmente difícil por sus peculiaridades”

“Técnicamente, el Gran Telescopio Canarias (Grantecan) suponía un reto especialmente difícil por sus peculiaridades: se trata de un telescopio segmentado, en el cual el espejo principal se compone de 36 espejos hexagonales que deben mantener una calidad óptica óptima, además de ser un telescopio multipropósito, por lo que debe ser capaz de implementar una instrumentación variada y flexible”, ha señalado a La Palma Ahora Antonio Cabrera, jefe de Operaciones de este instrumento de observación ubicado en el Roque de Los Muchachos  que el 24 de julio cumple diez años. 

El Grantecan es el mayor telescopio óptico e infrarrojo del mundo con 10.4 metros de espejo principal. “En estos diez años de operaciones científicas, mucho ha cambiado en la propia instalación y las aportaciones científicas del telescopio han sido realmente notables”, asegura Cabrera, y recuerda que “el objetivo principal del telescopio desde su inicio, ha sido proporcionar a la comunidad de astrónomos usuarios un amplio abanico de instrumentación adaptable a cualquier objetivo científico. Esto ha conllevado la ejecución de un plan instrumental altamente exigente, de modo que en apenas diez años se han recibido hasta siete instrumentos diferentes, y la lista no acaba aquí, ya que aún se esperan recibir dos instrumentos más, uno de ellos este mismo año. Esto deja a las claras el esfuerzo que esto ha supuesto para el personal del telescopio, el cual ha cumplido con creces su cometido con excelentes resultados”.

“Esta versatilidad también se traduce en que no haya un único campo científico donde poder concentrar los resultados del Grantecan. A lo largo de estos diez años se han realizado observaciones de todo tipo: asteroides, planetas extrasolares, agujeros negros, supernovas, explosiones de rayos gamma, galaxias en las primeras fases de evolución del universo, y un largo etcétera, que han dado lugar a aproximadamente 500 publicaciones en revistas científicas especializadas, poniendo al Grantecan en un lugar referente dentro de la astronomía de nuestro país, y manteniéndolo en un nivel altamente competitivo al respecto de otros telescopios similares a lo largo y ancho del planeta”, asegura. 

Aun así, resalta, “el trabajo no puede darse por concluido. En la próxima década se espera la puesta a punto de la nueva generación de grandes telescopios (de la clase de 30-40 metros), con los cuales se alcanzará una nueva dimensión en la investigación astronómica desde tierra, pero en la cual Grantecan seguirá teniendo un papel crucial a medida que adaptará sus prestaciones para competir con estas nuevas instalaciones. Tras los próximos diez años, así lo veremos”, concluye.