El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) expresa en sus redes sociales “su profunda preocupación ante la manera en que algunos medios de comunicación digitales han abordado la actual situación volcánica en La Palma en sus recientes titulares. Estos no reflejan con precisión la realidad actual y carecen del respaldo de la comunidad científica y de los responsables de la gestión de la emergencia, asegura.
El Invocan “reitera la importancia de ofrecer información rigurosa y verificada para asegurar que la ciudadanía esté bien informada. La publicación de titulares sensacionalistas, que priorizan el impacto sobre la verdad, es una práctica que lamentablemente busca atraer la atención inmediata del lector, generando clics y aumentando la difusión a expensas de la precisión y la integridad periodística. Este tipo de desinformación no solo confunde al público, sino que también mina la confianza en los medios de comunicación”, subraya.
“La gestión del riesgo volcánico es una responsabilidad compartida entre todos aquellos que trabajamos y vivimos en zonas volcánicamente activas: científicos, autoridades, especialistas en protección civil, profesionales de la comunicación, sociólogos, psicólogos, especialistas sanitarios, planificadores urbanos, economistas, educadores, empresarios y la ciudadanía en general. Aunque algunos actores tienen una mayor cuota de responsabilidad en esta tarea, los profesionales de la comunicación juegan y deben jugar un papel crucial en la gestión del riesgo volcánico”, dice.
“En la actualidad, el proyecto ALERTA CO2, que financia el Instituto Geográfico Nacional (IGN), que ejecuta conjuntamente con el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y que cuenta con la colaboración del Cabildo Insular de La Palma, está contribuyendo a la mejora de la gestión de la emergencia en Puerto Naos y La Bombilla relacionada con emanaciones difusas anómalas de dióxido de carbono de origen volcánico que pueden acumularse en el interior de sótanos y viviendas, generando un potencial peligro para las personas. Estas emanaciones no son nuevas, aparecieron tres semanas antes de finalizar la erupción del Tajogaite y continúan registrándose en sitios muy concretos de estos dos núcleos poblacionales. Gracias a la puesta en marcha de la red instrumental del proyecto ALERTA, los responsables de la emergencia pueden establecer protocolos que contribuyen a garantizar la seguridad de las personas que habitan en estos dos núcleos poblacionales”, concluye.